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Adriano Florensz, hijo de una familia humilde, nació en Utrecht en 1459. Realizó estudios de filosofía, teología y derecho canónico en la Universidad de Lovaina, donde practicó la docencia.

El emperador del sacro imperio romano-germánico, Maximiliano de Habsburgo, le encomendó la educación de su nieto Carlos de Gante, el que con los años se convertiría en rey de España con el nombre de Carlos I y en Emperador como Carlos V. El joven príncipe contaba únicamente con 6 años, teniéndole de preceptor hasta los 16 años.

Adriano de Utrecht en 1515 emigró a Castilla para defender los derechos sucesorios de Carlos I.

El 23 de enero de 1516 fallece Fernando II de Aragón y V de Castilla, dejaba como Regente de Aragón y Nápoles a su hijo natural Alonso de Aragón, arzobispo de Zaragoza.

La influencia de Adriano de Utrecht sobre Carlos de Gante fue muy grande a lo largo de toda su vida. Esto se demostrará cuando en 1516 accede al trono de todos los reinos de España por el fallecimiento de su abuelo, Fernando el Católico.

Hasta que Carlos no llegara a España, en Castilla gobernaría el cardenal Cisneros y en Aragón el arzobispo Alonso de Aragón. La gran confianza del nuevo rey hace que envíe a Adriano de Utrecht a España como su legado ante el Cardenal Cisneros.

El nuevo rey Carlos I conseguirá que Adriano de Utrecht sea nombrado obispo de Tortosa y cardenal (1517). En virtud de una Bula del papa León X de 14 de noviembre de 1516 es nombrado Inquisidor General de los reinos de Aragón. Tomó posesión del cargo en Mallorca el 7 de febrero de 1517.

El 19 de septiembre de 1517 Carlos I desembarcó en Tazones (Asturias) para hacerse cargo del Reino. El Cardenal Cisneros, Regente de Castilla, muere en Roa (Burgos) el 8 de noviembre de 1517.

A la muerte del Cardenal Cisneros, con una Bula de 4 de marzo de 1518, fue nombrado Inquisidor General de Castilla. El futuro papa Adriano VI tomó posesión del cargo en Aranda de Duero el 1 de abril de 1518.


Díptico siglo XVI que representa los hijos de Juana la Loca y Felipe el Hermoso, Carlos I es el segundo por la izquierda

A la muerte de Fernando II de Aragón, sus más leales servidores se trasladan a Bruselas para ponerse a disposición del nuevo rey Carlos de Gante. Los castellanos ven perfilarse un futuro gobernado por flamencos y aragoneses, algunos de éstos, judíos conversos.

Carlos de Habsburgo acaba de cumplir los dieciséis años y es un joven indeciso e influenciable, que sólo se interesa por la caza y la equitación. No había estado nunca en España, no conoce su idioma, y no parece tener prisa en acudir, y encarga a sus consejeros flamencos que gobiernen España.

Así, Adriano de Utrecht comparte regencia con el cardenal Jiménez de Cisneros, y el fiel Chievres en la práctica dirige la política española.

En pocos meses, loa flamencos ocupan los cargos más ostensibles, y son acusados por los castellanos de llevar todo el oro hacia los Países Bajos, oprimiendo a la población.


Familia del emperador Maximiliano, Carlos V en el centro del retrato


Carlos V acompañado del pontífice Clemente VII entra en Bolonia para su coronación como emperador.
Juan de la Corte. Museo de Santa Cruz (Toledo)

Carlos I para combatir la crisis económica que venía atravesando el reino desde la muerte de Isabel la Católica, elevó los impuestos y colocó en puestos de preferencia a Consejeros flamencos.

El 2 de febrero de 1518 se abren las Cortes de Valladolid, y ante el caprichoso reparto de cargos e ingresos que hace el rey, se plasma el descontento del clero, nobleza y varias ciudades.
La presencia de extranjeros en altos cargos, las malas cosechas y el alza de los precios, elevan la indignación del pueblo.

En junio de 1519 se recibe la notificación de la elección de Carlos I como emperador del Sacro Imperio Romano-Germánico.

Con la intención de recabar fondos para su coronación, el 31 de marzo de 1519 convoca a las Cortes en Santiago y el 19 de mayo en la Coruña. Las Cortes otorgan 220 millones de maravedís a Carlos I para marchar a Alemania y ser coronado emperador como Carlos V.

El monarca tiene que ausentarse del país para acudir a su designación como emperador. El 22 de mayo de 1520 nombra Regente al cardenal Adriano de Utrecht y embarca en el puerto de Santiago para Flandes y Alemania.
Antes de llegar a Aquisgrán, visitara a tu tío el rey de Inglaterra Enrique VIII, a fin de asegurarse su participación en caso de problemas en la coronación.

Éste fue un período muy complicado ya que ésta y otras designaciones a favor de extranjeros fueron contestadas por las ciudades y villas castellanas, en lo que acabó siendo el levantamiento comunero, duramente reprimido en 1521.

 

A instancia del Inquisidor General Adriano de Utrecht, el Rey comunica el 20 de mayo de 1519 el primer nombramiento de Inquisidor de América a Fray Pedro de Córdoba, junto al Obispo de Puerto Rico, Alonso Manso. Su jurisdicción comprendía todas las tierras descubiertas o por descubrir.

Fray Pedro de Córdoba había regresado a España, preocupándose de la esclavitud indiscriminada de los indios, con el propósito de convencer a religiosos para que viajasen a América.

A lo largo del siglo XVI, la Inquisición se extendió por toda América.

Durante la regencia el cardenal Adriano de Utrecht, con la ayuda de la nobleza castellana, tuvo que sofocar la revolución de las Comunidades de Castilla.

El movimiento comunero era un intento de que el pueblo fuera gobernado por el pueblo, bajo el único gobierno de la reina Juana.

Desde abril de 1520, Juan de Padilla formaba parte activa del levantamiento de las Comunidades de Toledo. Posteriormente, acude con las milicias toledanas en auxilio de Juan Bravo (regidor de Segovia), los hermanos Maldonado de Salamanca, los Guzmán de León y el Obispo Antonio de Acuña de Zamora.

El 18 de junio de 1520 el pueblo de Burgos se alza contra las tropas reales, siendo incendiadas las casas de varios nobles, resultando ajusticiado el francés Joffre de Contannes como cómplice de los flamencos. Ese mismo día, el Regente Adriano de Utrecht ordena al alcalde Rodrigo de Ronquillo reducir a los rebeldes segovianos.

Comienzan los primeros enfrentamientos cuando Rodrigo de Ronquillo, con apoyo de caballería e infantería, pretende la entrega de la artillería rebelde y tomar el control de Segovia. Por otra parte, en Madrid se decide recaudar un impuesto especial para comprar armas y reclutar soldados, que acuden en apoyo de los segovianos sublevados, bajo el mando del capitán comunero Juan de Zapata. El alcalde Ronquillo es obligado a retirarse hacía Arévalo.

El 29 de julio de 1520 se constituye en Ávila la Junta de Comuneros, designando a Juan de Padilla capitán general de las tropas comuneras. Como representante comunero se entrevistó con la reina Juana I, recluida en Tordesillas, de la que no obtuvo un apoyo explícito.

El 24 de agosto de 1520, el toledano Juan de Padilla, al frente de sus tropas, entra en Medina del Campo. Estos hechos incrementan la reacción contra el Regente Adriano de Utrecht y el Consejo Real. Muchas ciudades y villas, que hasta entonces no habían tomado partido, se unen a Toledo y a la Comunidad, entre otras: Baeza, Badajoz, Cáceres, Jaén, Palencia, Sevilla y Ubeda.

El 9 de septiembre de 1520, Carlos I nombra dos gobernadores, elegidos entre la nobleza castellana, para secundar al Regente: Iñigo de Velasco, Condestable de Castilla y Señor de Burgos, y Fadrique Enriquez, Almirante de Castilla y Señor de Medina de Ríoseco.

Más tarde, las rivalidades entre los comuneros provocan la sustitución de Juan de Padilla por Pedro de Girón, regresando a Toledo. En diciembre de 1520, Pedro de Girón deserta al bando realista, y Juan de Padilla regresa a Valladolid con un nuevo ejército toledano. Sus tropas toman Ampudia y Torrelobatón.

El movimiento comunero se había transformado en una revuelta antiseñorial, llevando a la alta nobleza al bando del Regente Adriano de Utrecht.

Las tropas reales reunieron los ejércitos de Burgos y Tordesillas, y se lanzaron contra Torrelobatón.

Juan de Padilla fue hecho prisionero y conducido a Villalar, donde fue ajusticiado con Juan Bravo y Francisco Maldonado. En la madrugada del 23 de abril de 1521 fueron decapitados en Villalar (Valladolid).


El cardenal Adriano de Utrecht recibe a los líderes de
las Germanías.

La ausencia del rey Carlos I, crea un clima efervescente con los continuos ataques de la piratería musulmana y la situación social en las ciudades y el campo.

Los gremios de artesanos deciden llenar el vació de poder y forman Las Hermandades o Germanías para organizar la defensa armada de la costa.


Pacificación de las Germanías valencianas.

El cardenal Adriano de Utrecht, desde marzo de 1521 tiene que enfrentarse a las frecuentes confrontaciones de las Germanías con las tropas imperiales.

Desde abril de 1521, los radicales agermanados intentaron nombrar un nuevo rey, obteniendo victorias en Gandía y Xátiva.

La nobleza asustada organiza decididamente la reacción.

En agosto de 1521 se produce en Almenara una importante derrota de los agermanados, seguidamente vuelven a ser derrotados en Orihuela.

En noviembre de 1521, los agermandos acaudillados por Vicente Peris son aplastados definitivamente, reinstalándose la oligarquía tradicional de patricios y caballeros.

Cuando muere el papa León X (1 de diciembre de 1521), el cardenal Adriano de Utrecht está en España y por la distancia no acude al cónclave para elegir al nuevo pontífice. No obstante, tras varias votaciones infructuosas en las que ningún candidato acumula los dos tercios necesarios, el 9 de enero de 1522 se sugiere que se valore la candidatura de los cardenales ausentes.

El emperador Carlos V presiona para que Adriano de Utrecht sea elegido Papa. Es entonces cuando el Virrey de Carlos V obtiene los votos necesarios. Tres cardenales serán designados para viajar a Castilla y recibir la aceptación del Papa electo.

En esos momentos, el Regente de España se encontraba en Vitoria preparando a Navarra frente a la invasión francesa. La noticia de su elección llegó a la Casa del Cordón de Burgos, donde se hospedaba.

Adriano de Utrecht aceptó la elección el 8 de marzo de 1522, emprendiendo viaje por el curso del Ebro hacia Tarragona, ciudad en la que embarcó hacia Roma para tomar posesión de la silla apostólica, siempre acompañado de su inseparable secretario, el doctor Blas Ortiz.

La ceremonia de coronación fue el 31 de agosto de 1522. Su pontificado fue breve, hasta el 14 de septiembre de 1523, fecha en la que falleció.

Fue uno de los dos papas modernos, junto a Marcelo II, en mantener su nombre de pila tras su elección, y el último papa no italiano hasta que en 1978 fuera elegido Juan Pablo II.

 

Desde el pontificado se distinguió por su austeridad y sencillez.

En lugar de ocupar los suntuosos palacios de León X, se alojó al último piso del Vaticano. Redujo el sueldo de los cardenales.

Luchó por impedir los progresos de Lutero en Alemania.

Trató de contener el avance de los turcos, cuando Saladino se apoderó de Rodas, infructuosamente envió cartas a los monarcas cristianos para que ayudaran a los caballeros de San Juan de Rodas.

Adriano VI formó parte de la Liga contra Francia, constituida por Carlos I, la República de Venecia y Enrique VIII.

Confirmó a España el derecho de Real Presentación para los obispados.

Se creó enemigos entre prelados romanos y cardenales por su lucha contra las corruptelas en la corte pontificia.

Después de gobernar la Iglesia durante poco más de un año, murió en Roma en 1523.

Le sucedió el papa Clemente VII.


Suntuoso Mausoleo de Adriano VI, diseñado por Badassare Peruzzi en la Iglesia romana de Santa María dell'Anima. El sarcófago está decorado con el escudo y el nombre de Adriano VI.
Debajo, la inscripción de Plinio, quantum refert in quae tempora vel optimi cuiusque virtus incidat, alude a las desdichadas circunstancias de su pontificado.


La Iglesia de Santa María dell'Anima (Roma) presenta en la fachada los blasones de Adriano VI y el emperador Maximiliano I de Habsburgo.
El Suntuoso Mausoleo de Adriano VI fue levantado bajo la dirección de Badassare Peruzzi. Se estructura en tres partes: En la inferior, un basamento con una leyenda relativa a la vida de Adriano VI y el blasón del cardenal Enkevoirt. En la parte intermedia las estatuas colocadas en hornacinas, entre columnas adosadas, representan las cuatro virtudes cardinales; la inscripción queda coronada con un relieve que muestra la entrada de Adriano VI en Roma, figurada por el Tiber con la cornucopia, la loba con Rómulo y algunos edificios emblemáticos. En la parte superior, Adriano VI inclinado hacia la izquierda, coronado con la tiara.