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Estadística Teórica |
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PUENTE LA REINA |
Puente la Reina (Gares en euskera), es una villa de la Comunidad Floral de Navarra, a 24 Km de Pamplona, en la merindad de Pamplona, con una buena situación estratégica en el Camino de Santiago, por converger en ella los dos caminos que llegan desde Francia. En términos coloquiales, a la villa se denomina Puente y a sus habitantes puentesinos (garestarra en euskera). El origen de la villa de Puente la Reina se encuentra vinculado al puente románico que impulsó la reina consorte Doña Mayor (Muniadona o Munia, casada con Sancho Garcés III de Pamplona, hija del conde castellano Sancho García). El Puente favoreció que resurgiera el comercio al encontrarse en la confluencia del camino francés y el de Jaca para llegar a Santiago de Compostela, hecho por que se le otorga el título de villa y se celebran Cortes en varias ocasiones. En el siglo XI la ruta jacobea que conducía al puente fue creando un núcleo de población. Alfonso I El Batallador ofreció Carta Puebla (privilegios para obtener la repoblación en zonas estratégicas durante la Reconquista) a una población de francos para se estableciesen en los márgenes del río Arga del emplazamiento de Gares. |
A la muerte de Alfonso I El Batallador (1134) se dividieron los reinos de Pamplona y Aragón, en testamento legó sus reinos a las Órdenes Militares, lo que no fue aceptado por la nobleza, que eligió a su hermano Ramiro II El Monje en Aragón y a García Ramírez IV El Restaurador en Pamplona. El rey pamplonés García Ramírez IV (1134-1150) continuó favoreciendo a los Templarios a quienes dona el lugar puentesino de Murugarren o Villa Vétula (Villa Vieja), que era la entrada a la villa por el este, extramuros, donde edificaron la Encomienda con su hospital-hospedería para los peregrinos y la Iglesia de Nuestra Señora de los Huertos, más conocida como la Iglesia del Crucifijo, lugar donde esta instalado el extraño Cristo crucificado en una cruz en forma de pata de oca. |
De este modo, los Templarios controlaron los accesos a la villa por el puente y por el este. El asentamiento llegó a tener tanta importancia para la Orden del Templo de Jerusalén (Templarios) que se convirtió en cabeza de todas la Encomiendas navarras, residiendo en ella el Comendador. El dominio del enclave templario se completó con el asentamiento al este de un convento en el cercano lugar de Eunate y una Encomienda Menor con hospedería en la aldea. El enclave de los edificios templarios de Murugarren es significativo, a la derecha la Iglesia, a la izquierda el hospital-hospedería, en el centro el Camino de Santiago que pasa bajo un arco abovedado entre ambos edificios. Un poco más allá la entrada amurallada a la villa, con su aljama judía con una importante sinagoga y el barrio de la morería. En 1312 la Orden del Temple queda extinguida por el papa Clemente V, cediendo a las presiones del rey francés Felipe IV El Hermoso (Felipe I de Navarra), pasando sus bienes a la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que no tomaron posesión hasta 1443. La villa de Puente la Reina tuvo asiento en las Cortes del Reino. En 1322 al morir Felipe II de Navarra (V de Francia), fue sucedido por su hermano Carlos I El Hermoso de Navarra ( IV de Francia), la sucesión en Francia quedaba sin discusión por la Ley Sálica. El término de Puente la Reina se fue ampliando, en 1416 incorporó los lugares de Zubiurrutia y Gomaciain, y en 1846 los de Ecoyen, Sarría, Sotés y Villanueva. En 1448 durante el reinado de Juan II de Aragón, el Gran Prior de la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, Juan de Beaumont, estableció otro Hospital de peregrinos en el mismo lugar donde estaba el anterior construido por los Templarios. El Tratado de Puente la Reina (8 de septiembre de 1451) determina la ruptura definitiva entre el Príncipe de Viana, don Carlos de Trastámara y Évreux, y su padre el infante Juan II de Aragón (rey consorte de Navarra por el matrimonio con Blanca I de Navarra, hija de Carlos III El Noble). Los reyes Catalina I de Foix y Juan III de Albret en 1498 le concedieron privilegios de Feria Anual y Mercado Mensual. |
La villa continuó su desarrollo urbanístico durante los siglos XVI-XVIII, se levantó la Iglesia de San Pedro, se remodoló o amplió la Iglesia de Santiago y los Conventos de Trinitarios y las Comendadoras, se construyo la Plaza y la Casa de los Cubiertos (actual Ayuntamiento). Durante las guerras carlistas, Puente la Reina se mantuvo leal a Carlos María de Borbón y Austria-Este (pretendiente al trono de España bajo el nombre de Carlos VII). En la primera guerra carlista se produjeron enfrentamientos en el sitio de Puente la Reina: El general carlista Vicente González Moreno al frente de un imponente ejército se enfrentó sin éxito a los generales isabelinos Luis Fernández de Córdova y Francisco Espoz y Mina. En la tercera guerra carlista (1872-1876), el general carlista Nicolás Ollo y Vidaurreta se enfrentó en Puente la Reina al general isabelino Domingo Moriones que tenia como objetivo la conquista de Estella. En 1874, Carlos VII establece su cuartel general en el Palacio del Patrimonial, hasta que abandona la población para la defensa de Estella. |
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El Puente románico de Puente la Reina (capital del valle de Ilzarbe o Valdizarbe, en la zona Media de Navarra) es considerado como el más largo de Europa con 110 metros y 4 metros de anchura, con siete arcos de medio punto, el más oriental bajo tierra. Entre los arcos se abren arquillos aligerando la estructura. Dispuso de tres torres defensivas, dos en sus extremos y otra central acogiendo a la imagen renacentista de la Virgen del Puy o del Txori. La imagen de la Virgen fue trasladada en 1843 a la Iglesia de San Pedro, ubicada cerca del río Arga. La leyenda de la Virgen del Puy cuenta que recibía la visita de un pajarillo (txori, en euskera) al que cuidaba, quitaba las telarañas de sus alas y lavaba con agua del río Arga. El día que aparecía el txori se echaban las campanas al vuelo y se celebraban fiestas religiosas. |
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La grandiosa portada meridional tardorrománica, de principios del siglo XIII, presenta cinco arquivoltas baquetonadas de medio punto decoradas longitudinalmente. |
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