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La Catedral de Toledo se comenzó a construir en el año 1226, por iniciativa del arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada, bajo el reinado de Fernando III 'El Santo', construida en el emplazamiento de la Mezquita Mayor de Toledo.    Rodrigo Ximénez de Rada 

Su traza se debe al maestro Martín, que trabajó en su construcción durante el período (1227-1234), después continuó el maestro Petrus Petri, hasta su conclusión en 1493 fueron muchos los artistas que contribuyeron a realizar la extraordinaria obra arquitectónica, considerada en su conjunto como la más autóctona y la más ornamental de las catedrales levantadas en España en el período del gótico.

La Catedral es básicamente una estructura gótica con salpicaduras de algunos elementos mudéjares aislados. El edificio es de grandes dimensiones, con unos 140 metros de longitud por 130 metros de ancho, con planta de cruz latina. Su torre (90 metros de altura) en estilo gótico puro fue construida por Rodrigo Alonso y Alvar Gómez entre los años (1380-1440). El cuerpo superior es octogonal rematado por un pináculo con tres coronas.

La Fachada Principal, comenzada en 1418, posee tres portadas - la Puerta del Perdón (central, sobre la que destaca un conjunto escultórico que representa la Santa Cena), la Puerta del Infierno (a la izquierda, también conocida como la Puerta de la Torre o del Juicio) y la Puerta de los Escribanos (a la derecha).

En la Fachada Sur se encuentran dos pórticos: la Puerta Llana (la más sencilla del recinto, construida en estilo clasicista del siglo XVIII), y la Puerta de los Leones (obra de Joaquín Egas, con columnas en el ingreso ornamentadas con leones tenentes).

En el lado Norte, se encuentra el último de sus grandes pórticos, la Puerta del Reloj o de la Chapinería.

En el cuerpo central de campanas se halla 'la Campana Gorda', fundida en 1753, conocida por sus grandes dimensiones (12 metros de altura con 17.744 kilos).

Desde la Puerta Llana, obra de Ignacio Haan (1800), de estilo neoclásico, fue la última en construirse y la única que se encuentra a nivel del suelo, a la derecha, hacia el centro del crucero, se sitúa la Capilla Mayor.

Para iniciar una visita por las capillas laterales, regresamos a la Puerta Llana, donde van sucediéndose las distintas capillas, se comienza la visita por la Capilla de San Martín.

 

§ Capilla Mayor, al final de la nave central, se encuentra separada por una reja de grandes dimensiones, obra de Francisco de Villalpando. Esta capilla sufrió una gran transformación con el cardenal Cisneros (1495-1517). Hasta entonces el Presbiterio se encontraba dividido por un muro en dos (Capilla Mayor y Capilla de los Reyes Viejos). El cardenal Cisneros, frente a la oposición del Cabildo, derribó la Capilla de los Reyes Viejos para ensanchar el espacio y colocar el monumental retablo que hay en la actualidad.    Cardenal Cisneros 
El retablo, de estilo gótico tardío, fue realizado por Enrique Egas y Pedro Gumiel (principios del siglo XVI), tiene cinco calles más dos menores en los extremos. La calle central es la más ancha y está ornamentada con escenas de la Virgen con el Niño, el Sagrario, la Natividad y la Ascensión de la Virgen. A ambos lados hay escenas de la vida y muerte de Cristo. Todo se corona con un Calvario. El retablo quedó terminado en el año 1504, en él trabajaron los mejores artistas de la época: Copin de Holanda, Sebastián de Almonacid, Felipe y Juan de Borgoña, Francisco de Amberes, etc. hasta un total de veintisiete.
Los laterales de la Capilla Mayor estaban cerrados por unas rejas pétreas, pero con la reforma, en la parte del Evangelio (izquierda) se colocó el sepulcro del cardenal Mendoza, de estilo renacentista, obra de Alonso de Covarrubias.
   Gran Cardenal Mendoza 
Resaltar que a ambos lados del retablo hay dos capillas reales elevadas. En el lado del Evangelio, el sarcófago del rey castellano-leonés Alfonso VII El Emperador (1126-1157) en la parte inferior y el sarcófago de don Pedro de Aguilar (hijo del rey castellano-leonés Alfonso XI El Noble y doña Leonor de Guzmán, hermano de Enrique II de Castilla) en la parte superior. En el lado de la Epístola, el sarcófago de Sancho IV El Bravo (1284-1295), hijo de Alfonso X El Sabio y doña Violante, en la parte inferior y el sarcófago de Sancho III El Deseado (1157-1158), hijo de Alfonso VII y de Berenguela de Barcelona, en la parte superior.

 

§ Capilla de San Martín, de estilo gótico, con una reja de Juan Francés.

 

§ Capilla de San Eugenio, con un retablo de este santo, legendario arzobispo de Toledo, obra de Copin de Holanda (1517), a un lado hay un sepulcro plateresco de Alonso de Covarrubias y a otro un sepulcro mudéjar, que es una de las singularidades de la Catedral.

 

§ Capilla del Corpus Christi, es una de las que conserva muy pura la arquitectura original de la Catedral.

 

§ Capilla de Santa Lucia, destinada a servir de enterramiento a Alfonso VI, aunque finalmente el rey fue enterrado en Sahagún.

 

§ Capilla de los Reyes Viejos, fundada en 1290 y restaurada por el cardenal Cisneros (1498), al trasladar los cuerpos reales de la Capilla Mayor. Tiene una excelente reja de Domingo de Céspedes (1529).

 

§ Capilla de Santa Ana, muy pequeña.

 

§ Capilla de San Juan Bautista, con un altar de finales del siglo XVIII.

 

§ Capilla de Santa Gil, muy pequeña, con un retablo de mármol y decoración de estilo pompeyano.

 

§ Capilla de San Nicolás

 

§ Capilla de la Trinidad

 

§ Capilla de San Ildefonso, una de las más grandes, que asumió tres capillas antiguas, en cuyo centro se encuentra el sepulcro del cardenal Alonso Carrillo de Albornoz (m. 1364), obra de Vasco de la Zarza. El marco del retablo es de Ventura Rodríguez y el relieve de la Imposición de la Casulla de Manuel F. Álvarez.
Frente a ella se encuentra 'El Transparente', la más controvertida obra de la Catedral, composición escenográfica de escultura y pintura, obra de Narciso Tomé (acabada el 9 de junio de 1732), retablo churrigueresco cuya finalidad es dar luz al Sagrario.

 

§ Capilla de Santiago, construida en el siglo XV en estilo gótico flamígero, obra de Pablo Ortiz, donde se encuentran los sepulcros de don Álvaro de Luna 'Condestable de Castilla' y de su esposa, doña Juana Pimentel, respectivamente, flaqueados por caballeros de la Orden de Santiago y frailes franciscanos. En los laterales, todos del siglo XV, los sepulcros del doncel don Juan de Luna (hijo de don Álvaro de Luna), del arzobispo don Pedro de Luna, del arzobispo don Juan de Cerezuela y del cardenal Bonel y Orbe (m. 1857). El Retablo, labrado en el siglo XV, es obra de Sancho de Zamora, Juan de Segovia y Pedro Gumiel.

 

§ Capilla de los Reyes Nuevos (o de los Trastámara), fundada en 1374 en otro emplazamiento (en medio de la nave lateral del Evangelio, frente al pilar de la Virgen), con el arzobispo Fonseca (1524-1534) se decidió trasladarla porque interrumpía el paso de las procesiones. El proyecto es obra de Alonso de Covarrubias que ideó dos tramos cubiertos por bóvedas de crucería separados por un arco apuntado con casetones y labores platerescas y un ábside poligonal. En el primer tramo hay tres altares neoclásicos de Ventura Rodríguez y reliquias de la Batalla de Toro; en el segundo tramo, los sepulcros reales. Se encuentran enterrados gran parte de la familia Trastámara: Enrique II el de las Mercedes, primer monarca de la dinastía, y su esposa doña Juana Manuel; Juan I y su esposa doña Leonor de Castilla; y Enrique III el Doliente. De otra parte, Juan II se encuentra enterrado en la Cartuja de Miraflores de Burgos; Enrique IV el Impotente en el Monasterio de Guadalupe de Cáceres; e Isabel I en la Catedral de Granada.

 

§ Capilla de Santa Leocadia, muy oscura, restaurada en 1536.

 

§ Capilla del Cristo de la Columna, muy pequeña, con una estatua de Cristo, obra de Copin de Holanda.

 

§ Capilla del Sagrario, de estilo herreriano, ocupa tres capillas primitivas, siendo la reforma más importante efectuada a finales del siglo XVI. El cardenal Tavera en 1544 adquirió terrenos para construirla, comenzando las obras Nicolás de Vergara. Se terminó en 1673.

 

§ Capilla de San Pedro, de estilo gótico, obra de Alvar Martínez. El lienzo de fachada, donde se abre la portada, está pintada al fresco por Pedro de Berruguete. El interior se renovó en el siglo XVIII.

 

§ Capilla de la Piedad, dedicada a Santa Teresa.

 

§ Capilla de la Pila Bautismal, con reja de Domingo de Céspedes.

 

§ Capilla de la Antigua, donde se rinde culto a la Virgen de la antigua iglesia anterior a la invasión musulmana.

 

§ Capilla de doña Teresa de Haro.

 

§ Capilla de la Descensión, arrimada a una pilar, donde se conserva una piedra - en la que según la tradición - apoyó los pies la Virgen para imponer la casulla a San Ildefonso, obispo de Toledo.

 

 § Capilla de San Juan, tesoro de la Catedral, trazada por Alonso de Covarrubias en 1536 para servir de enterramiento al cardenal Tavera, aunque acabó enterrado en el Hospital Tavera. La gran joya del Tesoro es la custodia de Enrique de Arfe (1517-1524), inigualable pieza de orfebrería construida en el primer oro que se trajo de América. También se aloja la llamada Biblia de San Luis (siglo XIII). La portada es plateresca, tiene un arco de medio punto, una hornacina decorada encima y escudos en los laterales. En el tímpano hay un busto de San Juan Bautista.

 

§ Capilla Mozárabe, se encuentra en la base de lo que debió ser la segunda torre. Obra de Enrique Egas, fue restaurada por el cardenal Cisneros para que sirviera de cobijo al antiguo rito mozárabe - propio de la época visigoda y restaurado por él mismo -. La portada presenta un arco de medio punto cerrado por una reja de Juan Francés. En el interior lucen pinturas de Juan de Borgoña sobre la conquista de Orán (1514). El cimborrio superior se derrumbó por un incendio en 1620, la cúpula que la corona en la actualidad es obra de Jorge Manuel Theotocópuli (hijo de El Greco), que la construyó entre los años (1625-1531).

 

§ Capilla de la Concepción, fundada en 1502.

El Coro, frente a la Capilla Mayor, presenta varios estilos, precedido por una reja cincelada del toledano Domingo de Céspedes (1548), con una sillería de doble cuerpo, se encuentra dividido en dos grandes planos: 'Coro Bajo' y 'Coro Alto'.

§ La sillería del ' Coro Bajo', obra de Rodrigo Alemán, comienza en 1489 bajo el mandato del Cardenal Mendoza, que hizo decorar los tableros de respaldo con escenas de rendición de plazas y fortalezas hasta conquistar la ciudad de Granada (1492).

§ El 'Coro Alto' se compone de setenta y dos sitiales, incomparable obra de arte realizada por Alonso de Berruguete y Felipe Vigarni (conocido también con Felipe de Borgoña) entre (1540-1544). En la sillería se conjugan los dos Testamentos y la Iglesia. En la parte baja, los personajes de la Vieja Alianza con los de la Nueva, y los Santos de la Iglesia. En la parte alta, las genealogías de Cristo según los evangelios. En la sillería se conjugan los dos Testamentos y la Iglesia. En la parte baja, los personajes de la Vieja Alianza con los de la Nueva, y los Santos de la Iglesia. En la parte alta, las genealogías de Cristo según los evangelios.

En la Sala Capitular (comienzos del siglo XVI), con planta octogonal, ornamentos de estilo gótico flamígero, plateresco y mudéjar, así como frescos de Juan de Borgoña, alberga los retratos de todos los arzobispos toledanos. Es la sala donde el Cabildo celebra las reuniones reglamentarias o cabildos, ordinariamente cada quince días. La antesala y sala capitular fueron construías (1504-1512) por orden del cardenal Cisneros, los planos fueron trazados por Enrique Egas y Pedro Gumiel.
La portada gótica con el blasón de Fonseca, y sobre él las efigies de la Virgen María, San Juan y Santiago.
El artesonada de la antesala es de estilo mudéjar, obra de Francisco de Lara y de Diego López de Arenas. En ambos lados hay dos grandes armarios - de nogal y peral, el de la izquierda es obra de Gregorio Pardo (hijo de Felipe de Borgoña, s. XVI), el de la derecha es obra de Gregorio López Durango (s. XVIII) - donde se archivan las actas capitulares.

La Sacristía Mayor es una magnifica galería de pinturas. La más visible y extensa de todas ellas, abarcando por completo la extensión de la bóveda, es un fresco de Lucas Jordán. En la parte norte del fresco se observa como la Virgen impone la casulla a San Ildefonso.
En el retablo se alza la mesa del altar de la Sacristía , y enmarcado por jaspes y bronces, el cuadro del Greco conocido como 'El expolio de Jesús', a quien varios sayones despojan de su roja túnica, para ser después crucificado. Otros cuadros que pueden admirarse del Greco: El Apostolado, Jesús bendiciendo, Las lágrimas de San Pedro y Santo Domingo.


Palacio Arzobispal y la Fachada principal de la Catedral de Santa María, en la confluencia de Plaza del Ayuntamiento y calle Arcos del Palacio.

La fachada principal del Palacio Arzobispal se inició en 1543, según diseño de Alonso de Covarrubias, con un gran arco de medio punto donde se encuadran fuertes dovelas almohadilladas, que encajan en dos pares de columnas, con capitel jónico y fuste estriado, que sostienen un friso dórico descansando sobre potentes basamentos.
Sobre el entablamento, figuras aparejadas de ninfas portante el escudo de armas del Cardenal Juan Pardo de Tavera, destinado a Toledo en 1534, Inquisidor General de España en 1539 (sucediendo en el cargo a Alonso III de Fonseca y Ulloa). En el siglo XVII la portada fue colocada en el emplazamiento actual, incorporando un balcón con reja de hierro, rematado con un frontón triangular donde luce un escudo de armas bicéfalo.
Cardenal Tavera 

La Fachada principal de la Catedral de Toledo tiene tres portadas: Puerta del Perdón (centro), Puerta del Juicio Final (derecha) y Puerta del Infierno (izquierda).
La Puerta del Perdón comenzó a construirse en 1418 bajo la dirección de Alvar Martinez, se abre únicamente cuando el Cardenal Primado de Toledo toma posesión de su cargo. La Puerta del Juicio Final es la más antigua. La Puerta del Infierno se conoce también como Puerta de la Torre.
La Fachada principal fue modificada en 1787 por el arquitecto Eugenio Durango, durante el mandato del Cardenal Francisco Antonio de Lorenzana.

De frente, la calle del Cardenal Cisneros que conduce a la Puerta de los Leones. A la espalda, el Ayuntamiento de Toledo.


Fachada Principal de la Catedral de Toledo

La Catedral Primada de Toledo, en estilo gótico, es una de las más amplias, sólo superada por la catedral de Sevilla y la de Milán.

Se encuentra en el sito ocupada por la Iglesia levantada en tiempos de Recaredo (578), y más tarde Mezquita Mayor musulmana, convertida en Iglesia durante el reinado de Alfonso VI y del obispo Bernardo.

La Catedral comenzó a construirse en 1226, durante el reinado de Fernando III 'El Santo' (1217-1252), siendo arzobispo de Toledo don Rodrigo Ximénez de Rada. En 1238 se acaban las quince capillas de la girola, distribuyendo sus capellanías. La capilla de San Eugenio se termina en 1247.

Durante el reinado de Fernando IV 'El Emplazado' (1295-1312) se termina la nave del crucero, pues de esta época parecen ser la Puerta del Reloj. Las últimas bóvedas se cierran durante el reinado de los Reyes Católicos, siendo arzobispo de Toledo don Pedro González de Mendoza.


Estatuas de la Fachada Principal de la Catedral de Santa María de Toledo


Puerta de la Feria, conocida también como 'Puerta del Reloj'
El Reloj es de una sola manilla, construido hace dos siglos por Manuel Gutiérrez - La Catedral de Toledo aparece y desaparece entre calles estrechas -


Detalle Puerta de la Feria 'Puerta del Reloj' de la Catedral de Toledo

CLAUSTRO CATEDRALICIO


Claustro de la Catedral de Toledo. Se inicia a partir de 1389, abandonando el estilo gótico francés empleado hasta entonces y adaptando formas mudéjares 'gótico toledano'


Claustro de la Catedral de Toledo. Se inicia a partir de 1389, abandonando el estilo gótico francés empleado hasta entonces y adaptando formas mudéjares 'gótico toledano'

CAPILLA MAYOR


Retablo Mayor Catedral de Toledo

Monumento que resalta por su grandiosidad y arte, de madera dorada al fuego y esculturas policromadas estofadas de tamaño natural, labrado entre (1497-1504) por encargo del Cardenal Cisneros. Estructurado en cinco cuerpos con varias escenas del Nuevo Testamento, realizado por varios retablistas, entre otros, destacan: Rodrigo Alemán, Felipe Vigarni, Petit Juan, Enrique Egas y Pedro Gumiel.


Retablo Mayor Catedral de Toledo. A ambos lados del retablo hay dos capillas reales elevadas.

En el lado del Evangelio, el sarcófago del rey castellano-leonés Alfonso VII El Emperador (1126-1157) en la parte inferior y el sarcófago de don Pedro de Aguilar (hijo del rey castellano-leonés Alfonso XI El Noble y doña Leonor de Guzmán, hermano de Enrique II de Castilla) en la parte superior.

En el lado de la Epístola, el sarcófago de Sancho IV El Bravo (1284-1295), hijo de Alfonso X El Sabio y doña Violante, en la parte inferior y el sarcófago de Sancho III El Deseado (1157-1158), hijo de Alfonso VII y de Berenguela de Barcelona, en la parte superior.


En el lado del Evangelio, el sarcófago del rey castellano-leonés Alfonso VII El Emperador (1126-1157) en la parte inferior y el sarcófago de don Pedro de Aguilar (hijo del rey castellano-leonés Alfonso XI El Noble y doña Leonor de Guzmán, hermano de Enrique II de Castilla) en la parte superior.


En el lado de la Epístola, el sarcófago de Sancho IV El Bravo (1284-1295), hijo de Alfonso X El Sabio y doña Violante, en la parte inferior y el sarcófago de Sancho III El Deseado (1157-1158), hijo de Alfonso VII y de Berenguela de Barcelona, en la parte superior.

Las imágenes de los reyes están realizadas en madera labrada por Copín de Holanda, policromada por Francisco de Amberes. En sus inicios la capilla se encontraba cerrada lateralmente por rejas de piedra. La parte del lado del Evangelio fue destruida por el cardenal Cisneros al levantar el mausoleo del cardenal Mendoza. Quizás con la obra se perdieron los restos del rey Sancho II de Portugal (1223-1248), hijo de Alfonso II de Portugal y de la infanta doña Urraca de Castilla (hija de Alfonso VIII y doña Leonor de Plantagenet).

CAPILLA DE LOS REYES NUEVOS (o de los TRASTÁMARA)

En la Capilla de los Reyes Nuevos se encuentran enterrados gran parte de la familia Trastámara: Enrique II el de las Mercedes, primer monarca de la dinastía, y su esposa doña Juana Manuel; Juan I y su esposa doña Leonor de Castilla; y Enrique III el Doliente.
De otra parte, Juan II se encuentra enterrado en la Cartuja de Miraflores de Burgos; Enrique IV el Impotente en el Monasterio de Guadalupe de Cáceres; e Isabel I en la Catedral de Granada.


El rey castellano-leonés Enrique II el de las Mercedes (1369-1379), también llamado el Bastardo, era hijo natural del rey Alfonso XI y de doña Leonor de Guzmán. Fue el primer monarca de la casa de Trastámara. A pesar de la oposición de los soberanos de Granada, Navarra, Aragón y Portugal, que pretendían la corona, fue reconocido Rey de Castilla en Calahorra en 1366. Al perder el reino en la batalla de Nájera, pasó a Francia donde regresó con mercenarios extranjeros que le ayudaron a conquistar el reino al matar a su hermano Pedro I en la batalla de Montiel, el 23 de marzo de 1369, con la ayuda de Duguesclin. Para pagar sus servicios creó tres monedas de baja ley, conocidas con los nombres de cruzados, coronas y reales. En 1350 casó con doña Juana Manuel, hija de doña Blanca de la Cerda y Lara y de don Juan Manuel, nieto de Fernando III el Santo. De este matrimonio nacieron: don Juan, que después le sucedería; doña Leonor, que casó con el infante don Carlos de Navarra; y doña Juana.
Fuera del matrimonio tuvo varios hijos, entre ellos, don Alfonso Henríquez de Castilla; doña Juana que casó con el Marqués de Villena; doña Constanza que casó con el infante don Juan de Portugal; doña Juana que casó con el infante que después fue Rey de Portugal; don Fadrique, más tarde Duque de Benavente; don Enrique, titulado Conde de Cabra, Duque de Medina-Sidonia, Señor de Alcala y de Moron; doña Beatriz, esposa de don Juan Alfonso de Guzmán; doña María, que casó con don Diego Hurtado de Mendoza; don Fernando, que casó con doña Leonor Sarmiento; doña Leonor que murió Señora de Dueñas; don Pedro, que murió joven; doña Isabel y doña Inés, que fueron religiosas en el Convento de Santa Clara de Toledo; se dice que tuvo más hijos. El 30 de mayo de 1379 murió Enrique II, a la edad de cuarenta y seis años, después de ordenar la liberación de todos los prisioneros de guerra cristianos que hubiese en su reino.


Doña Juana Manuel de Villena (1339-1381) era hija de don Juan Manuel (sobrino de Alfonso X El Sabio, nieto de Fernando III El Santo, famoso escritor en lengua castellana, representante de la prosa medieval con obras como El Conde Lucanor) y de Blanca Núñez de Lara (hija de Fernando de la Cerda y de Juana Nuñez de Lara, bisnieta de Alfonso X El Sabio), hermana de Fernando Manuel de Villena (Duque de Villena, Señor de Escalona y Peñafiel), hermana de Constanza (casó con don Pedro, heredero del reino de Portugal que murió antes de ser coronado, tuvieron un hijo, el futuro rey Fernando I en 1367. A la muerte del rey castellano-leonés Enrique II fue pretendiente a la Corona de Castilla luchando en alianza con Inglaterra para conseguirla).
El 27 de julio de 1350, Juana Manuel casó en el Palacio Real de Sevilla con Enrique II de Trastámara (hijo ilegitimo de Alfonso XI y de doña Leonor de Guzmán), que se convirtió en soberano castellano-leonés en 1369, tras matar a su hermanastro Pedro I El Cruel después de la batalla de Montiel. De este matrimonio nacieron: don Juan (que le sucedería como Juan I); doña Leonor, que casó con el infante don Carlos de Navarra (futuro Carlos III de Navarra, ambos fueron sepultados en la Catedral de Pamplona); y doña Juana, que falleció en la infancia.
Doña Juana Manuel falleció en Salamanca el 27 de marzo de 1381.


El rey castellano-leonés Juan I (1379-1390) era hijo de Enrique II y doña Juana Manuel. El 29 de marzo de 1379 fue proclamado Rey junto a su esposa doña Leonor de Aragón, con quien casó en 1375. De este matrimonio nacieron: don Enrique, el de las Mercedes; don Fernando, y doña Leonor que murió niña. La Reina doña Leonor de Aragón murió al poco tiempo, el 13 de noviembre de 1382, en Cuéllar. El 17 de mayo de 1383 volvió a casar con doña Beatriz, hija y heredera del Rey de Portugal; de este matrimonio nació don Miguel, que murió en 1385. En 1380 ayudó al rey francés Carlos V contra Inglaterra. Rescató a don León, Rey de Armenia, de Rajab el Sencillo, sultán de Nabilonia, y le dio las villas de Madrid, Villarreal y Andújar. En el Concilio de Salamanca reconoció por Papa al Cardenal Roberto, Obispo de Cambray, con el nombre de Clemente VII, en contra del Papa Urbano VI.
Se tituló Rey de Portugal entre 1384-1389. El 14 de agosto de 1385 intentó invadir el reino de Portugal, pero fue derrotado en la célebre batalla de Aljubarrota, y desistió de sus pretensiones a la corona de Portugal. En 1387 hizo las paces con el duque de Lancaster. Instituyó el título, para el heredero de la corona, de Príncipe de Asturias. Abolió la Era Hispanica o de Augusto, conocida por Era de Safar y se comenzó a contar con la Era de Cristo, de la Redención o Vulgar. Murió el 19 de octubre de 1390, a los treinta y dos años de edad, en Alcalá de Henares, a consecuencia de una caída del caballo.


Doña Leonor de Aragón (1358-1382) era hija del rey aragonés Pedro IV el Ceremonioso y de Leonor de Sicilia, hermana de los reyes Juan I y de Martín el Humano, por vía paterna hermanastra de Constanza de Aragón (casada con Federico III de Sicilia), Juana de Aragón e Isabel de Aragón. Se prometió en 1362 con el príncipe Alfonso de Castilla, hijo y heredero del rey castellano-leonés Pedro I el Cruel, que murió en Tordesillas ese mismo año. Al poco tiempo se concertó un nuevo matrimonio con el futuro rey castellano Juan I, hijo de Enrique II el Bastardo que disputaba la corona de Castilla a su hermanastro Pedro I. Tras la victoria de Pedro I sobre Enrique II en la batalla de Nájera (1367), se declaró nulo el compromiso matrimonial.
Pedro I después de algunos descalabros en la guerra civil que mantenía con su hermanastro se refugió en el castillo de Montiel, donde fue preso y muerto por Enrique II, con la ayuda de Duguesclin, el 23 de marzo de 1369. En mayo de 1375 el infante Juan I de Castilla casaba con doña Leonor de Aragón en la Iglesia del Convento de San Francisco de Soria. El 29 de mayo de 1379, Juan I era proclamado Rey junto con su esposa doña Leonor de Aragón. De este matrimonio nacieron: don Enrique, el de las Mercedes; don Fernando; y doña Leonor que murió de niña. La reina consorte doña Leonor de Aragón falleció en el castillo de Cuéllar durante un parto, el 13 de agosto de 1382.


El rey castellano-leonés Enrique III el Doliente (1390-1406), era el hijo primogénito del rey Juan I y de doña Leonor de Aragón (hija de Pedro IV de Aragón). Sucedió a su padre a los once años. Dos años antes había casado en Plasencia con doña Catalina, hija del Duque de Lancaster, y de este matrimonio nació doña María, en Segovia, el 14 de noviembre de 1401, que casó con don Alfonso V de Aragón; don Enrique y don Juan, que le sucedió, nació el 6 de mayo de 1405 en Toro. En enero de 1391 se instituyó un Consejo de Regencia que rebajó el valor de las diferentes monedas. A punto de estallar una guerra civil, en agosto de 1393, tomó el cargo del Gobierno y aceptó el pleito homenaje que le hizo el señor Juan de Bathancourt de las islas Canarias, autorizándole para repartir tierras, acuñar moneda y cobrar ciertos impuestos. En 1394 se opuso a la invasión por el Maestre de Alcántara de las tierras de Granada; pero aún así fueron invadidas por él mismo. En 1403 mandó dos embajadores a Tumurlenck. Murió en Toledo el 25 de noviembre de 1406, a los veintisiete años de edad.

MUSEO-TESORO CATEDRALICIO


Tesoro: La custodia de Arfe

En el Tesoro, entre otros, se guardan: la custodia de Arfe, la corona de la Virgen del Sagrario, la cruz de Fray Angélico y la Biblia de San Luis.

La custodia de Enrique de Arfe, de más de 3 metros de altura, es un pieza grandiosa (1524) de la orfebrería universal. Por encargo del Cabildo, el orfebre alemán labró en plata, con estilo gótico, para alojar el ostensorio o custodia interior de oro que perteneció a Isabel La Católica. El día del Corpus Christi se saca en procesión por las calles de Toledo.

La corona de la Virgen del Sagrario (s. XVI), de traza imperial, está colocada sobre una diadema de Isabel La Católica, se utilizó para coronar la imagen vestida de la Virgen, patrona de la ciudad de Toledo.

La cruz de fray Angélico (s. XV), representa a Cristo Crucificado, es considerada como una de las más bellas obras de la Escuela Italiana de Siena.


Tesoro Catedral: La Bibbia di San Luigi


Tesoro Catedral: Biblia de San Luis


Tesoro Catedral: The Bible of Saint Louis


Corona de la Virgen del Sagrario, Catedral Primada de Toledo.

CAPILLA DE SANTIAGO


Catedral de Toledo: Capilla de Santiago

De estilo gótico flamígero (s. XV), alberga los sarcófagos de don Álvaro de Luna 'Condestable de Castilla' y de su esposa, doña Juana Pimentel, flanquedados, respectivamente, por caballeros de la Orden de Santiago y frailes franciscanos.
El retablo (s. XV) fue labrado por Sancho de Zamora, Juan de Segovia y Pedro Gumiel.
En los laterales, los sepulcros de los hijos del Condestable: don Juan de Luna, el arzobispo don Pedro de Luna (futuro Benedicto XIII, 'El Papa Luna'), el arzobispo don Juan de Cerezuela y Luna, todos ellos del siglo XV; y del arzobispo don Juan José Bonel y Orbe (m. 1857)

CAPILLA DE SAN ILDEFONSO


Catedral de Toledo: Capilla de San Ildefonso
Es una de las más grandes, al asumir tres capillas antiguas, aloja el sepulcro del cardenal Alonso Carrillo de Albornoz (m. 1364), obra de Vasco de la Zarza. El marco del retablo es de Ventura Rodríguez y el relieve de la Imposición de la Casulla de Manuel Fernández Álvarez.

CAPILLA DE SAN BLAS


Catedral de Toledo: Capilla de San Blas
Se levantó a partir de 1397, promovida por don Pedro Tenorio 'arzobispo de Toledo', obra de don Rodrigo Alonso, que contó con la colaboración del maestro Alvar Martínez y su taller. Situada en el ángulo nordeste del claustro, con planta centralizada, alberga la obra pictórica del italiano Gherardo Starnina que sumerge al visitante en el 'quatrocento' italiano.

SEPULCRO DEL CARDENAL MENDOZA


Don Pedro González de Mendoza, conocido como Gran Cardenal de España, pertenecía a la alta nobleza y al linaje de la Casa de Mendoza, siendo el quinto hijo de don Íñigo López de Mendoza, I Marqués de Santillana, y de Catalina de Figueroa. Gracias a su linaje se encumbró en la Iglesia, destacando como administrador de asuntos de Estado. Por otra parte, su vida privada siguió el estilo de la época, tuvo varios hijos y legitimó a sus hijos naturales. En el terreno cultural fue un excepcional mecenas y uno de los responsables del avance del Renacimiento en España, el descubrimiento de América y la expulsión de los judíos españoles. En 1452 es nombrado capellán de la capilla real de Juan II de Trastámara. Tras ser decapitado Álvaro de Luna en Valladolid (1453), favorito del rey y enemigo del Marqués de Santillana, y morir el rey Juan II (1454), Pedro González de Mendoza fue designado Obispo de Calahorra y la Calzada-Logroño. A la muerte de su padre, el Marqués de Santillana, en marzo de 1458, Pedro González de Mendoza pasó a encabezar la poderosa familia de los Mendoza, que más tarde daría origen a la Casa del Infantado o el Maquesado de Mondéjar. Después de un primer enfrentamiento con Enrique IV, se convirtió en uno de sus consejeros más cercanos, manteniéndose permanentemente enfrentado a don Juan Pacheco, Marqués de Villena, y a don Alfonso Carrillo de Acuña, Arzobispo de Toledo. En 1456 el rey castellano-leonés ofreció a don Pedro González de Mendoza la mitra episcopal de Sigüenza. En marzo de 1460, el Marqués de Villena, favorito de Enrique IV, envió tropas contra Guadalajara (villa del dominio de los Mendoza) dejando fuera de la ley a don Diego Hurtado de Mendoza, II Marqués de Santillana, y a sus hermanos, que tuvieron que refugiarse en Sigüenza donde Pedro González de Mendoza era el titular del obispado. Al poco tiempo, el obispo logró enemistar a Enrique IV con los Villena facilitando la entrada de un nuevo favorito real, don Beltrán de la Cueva, yerno de don Diego Hurado de Mendoza, II Marqués de Santillana y hermano mayor de Pedro. Desde entonces, los Mendoza apoyaron permanentemente los derechos de la hija de Enrique IV, doña Juana la Beltraneja, frente a la oposición del Arzobispo de Toledo, don Alfonso Carrillo de Acuña, y el Marqués de Villena, don Juan Pacheco. Los miembros de la familia Mendoza, incluyendo a don Pedro, lucharon en la batalla de Olmedo (1467) en defensa de la causa de Enrique IV. A cambio obtuvo distintas prebendas, en 1469 se le designó Abad de San Zoilo (en Carrión de los Condes) por bula del papa Paulo II, y a petición de Enrique IV, sería nombrado arzobispo de Sevilla. En el verano de 1468 moría el príncipe don Alfonso, el arzobispo primado don Alfonso Carrillo de Acuña apostó por la joven Isabel, hermana del príncipe fallecido y futura reina de Castilla. Los Mendoza mantuvieron su apuesta por doña Juana la Beltraneja, hasta el punto que se avergonzaron cuando el rey Enrique IV cediese los derechos de su hija en los Toros de Guisando.
En 1473, un año antes de la muerte de Enrique IV, don Pedro González de Mendoza y todos sus hermanos se pasaron al bando de la princesa Isabel. En el cambió intervinieron varios factores: La rivalidad en la carrera eclesiástica y política con el Arzobispo Carrillo y la visita que el Cardenal Borja (futuro Papa Alejandro VI) realizó a Castilla y Sigüenza, con la promesa de grandes mercedes a los aragoneses en Roma. Detrás de todo ello se encontraba el rey Juan II de Aragón, valedor de los derechos de su hijo Fernando (futuro Fernando el Católico). Las promesas surgieron su efecto y el Papa Sixto IV nombró Cardenal a don Pedro González de Mendoza. Tras la muerte de Enrique IV, en diciembre de 1474, acudió a Segovia a la coronación de Isabel I. Mientras que su rival Carrillo soliviantado se pasaba al bando de doña Juana la Beltraneja para iniciar una nueva guerra. La colaboración del Cardenal Mendoza con los Reyes Católicos fue extraordinaria, estuvo al mando de los ejércitos contra la invasión portuguesa en la batalla de Toro (1 de marzo de 1476), asentando a Isabel I definitivamente en el trono castellano. En 1477 consiguió acabar con la beligerancia francesa a favor de doña Juana en la guerra civil del Reino de Navarra. En 1478 recibió el Obispado de Osma y la reina Isabel I legitimó a los dos hijos que había tenido con doña Mencia. Al morir don Alfonso Carrillo de Acuña el 1 de julio de 1482, el Papa Sixto IV nombraba Arzobispo de Toledo a don Pedro González de Mendoza. El nuevo primado siguió reforzando su posición en la Corte, a principios de 1492 influía en la reina Isabel la Católica para que aceptase como confesor a un franciscano del Monasterio de La Salceda, don Francisco Jiménez de Cisneros (futuro Cardenal Cisneros), sustituyendo a Fray Hernando de Talavera que había sido nombrado Arzobispo de Granada.
El Cardenal Mendoza moría en Guadalajara el 11 de enero de 1495. El sepulcro se ubicó en la Catedral como él mismo había manifestado en 1493. El Cabildo se opuso al principio a que fuera en el Presbiterio, espacio reservado para los monarcas. Finalmente, según dictaminó el Cabildo, con la intervención personal de los Reyes Católicos, se cambió la estructura del Coro y se movieron enterramientos reales para acomodar el sepulcro del Cardenal Mendoza. Fue el primer sepulcro castellano renacentista, la dirección de la obra no queda clara, se atribuye al maestro florentino Andrea Sansovino.

CORO DE LA CATEDRAL


Coro de la Catedral Primada de Toledo.

El Coro se encuentra en la nave central, separado del presbiterio por la nave del crucero. Resaltan las sillerías alta y baja.

El Coro bajo data entre 1495-1498, en gótico tardío, donde Rodrigo Alemán plasmó en la sillería escenas de la conquista de Granada por los Reyes Católicos.

En el Coro Alto se disponía el numeroso Cabildo, los caballeros de las Órdenes, autoridades invitadas y beneficiados, hasta llenar 140 sitiales.
En un primer momento tenía una sillería en precario, viéndose obligado el Cardenal Tavera a convocar en 1533 un concurso de trazas para la sillería con modelo impuesto por la Catedral, en 1539 los geniales escultores Felipe de Borgoña (conocido también como Felipe Felipe Vigarny) y Alonso Berruguete se comprometieron a finalizar en tres años el trabajo, introduciendo materiales de boj, nogal, mármol y alabastro.

SALA CAPITULAR


Sala Capitular de la Catedral Santa María de Toledo


Catedral de Toledo: Sala Capitular

Es la sala donde el cabildo celebra las reuniones reglamentarias, de ordinario cada quince días. La Antesala y Sala Capitulares fueron construidas por orden del cardenal Cisneros. Los planos fueron trazados por Enrique Egas y Pedro Gumiel. Tiene una ostentosa portada de piedra de tracería flamígera con esculturas de Copin de Holanda.


Sala Capitular de la Catedral Santa María de Toledo

El artesonado de la Antesala es de estilo mudéjar, obra de Francisco de Lara y de Diego López de Arenas. En ambos lados, dos armarios, de madera de nogal y peral - el de la izquierda obra de Gregorio Pardo (hijo de Felipe de Borgoña, s. XVI); el de la derecha, obra de Gregorio López Durango (s. XVIII) - . Al fondo, tras una yesería mudéjar y una puerta plateresca de Blandino Bonifacio, se encuentra la Sala Capitular, con muros planos y techumbre en forma de artesa, obra de Diego López y Francisco Lara (1508-1510).

La parte alta de los muros está pintada al fresco con paneles divididos por columnas, obra de Juan de Borgoña. En la parte inferior del muro hay una galería de retratos de los arzobispos toledanos. La silla arzobispal, de trazas platerescas, obra de Copin de Holanda.


Sala Capitular: Luis de Borbón y Farnesio (1735-1754)


Sala Capitular: Luis Fernández de Córdova (1755-1771)


Sala Capitular: Antolín Monescello y Viso (1892-1898)


Sala Capitular: Ciricaco Sancha y Hervás (1898-1909)


Sala Capitular: Isidro Gomá y Tomás (1933-1940)


Sala Capitular: Vicente Enrique y Tarancón (1969-1972)


Sala Capitular: Marcelo González Martín (1972-1995)


Carruaje Catedral de Toledo

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Francisco Pizarro (1478-1541) - Portal Fuenterrebollo