El Palacio Real de Aranjuez, situado entre los ríos Tajo y Jarama, utilizado como residencia de los Reyes Católicos, es una de las residencias del Rey de España.
Fue iniciado, durante el reinado de Felipe II, por los arquitectos Juan Bautista de Toledo (murió durante su construcción) y Juan de Herrera. Durante el reinado de Fernando VI (1746-1759) se llevó a cabo una ampliación, continuada por Carlos III, dotándolo de unas de las alas que encierran el Patio de Armas.
El Palacio Real fue elegido para vivir por Carlos IV, siendo remodelado a su gusto. Al acondicionarlo creó una casa de recreo 'La Real Casa del Labrador', trasladando esculturas romanas del Palacio Real de la Granja, recurriendo a arquitectos, pintores y escultores de la época. La Real Casa del Labrador se inició en 1803, tardando varios años en ser construida, tardanza motivada en buena parte por los desastres ocasionados por la Guerra de la Independencia, siendo Fernando VII quien se encarga de finalizar la decoración de las estancias.
Destacar el Museo de Falúas Reales del jardín, una espectacular colección de embarcaciones de recreos.
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