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Cristóbal Colón (1451-1506), cartógrafo, navegante, Almirante, Virrey y Gobernador General de las Indias al servicio de los Reyes Católicos, descubrió el Nuevo Mundo el 12 de octubre de 1492 al llegar a la isla de Guanahaní (en las Islas Bahamas). Realizó cuatro viajes a las Indias Occidentales - nombre del Continente de América hasta la publicación de Universalis Cosmographia (1507) del geógrafo y cartógrafo alemán Martín Waldseemüller (1470-1520), considerado el descubridor del Continente por trazar y dar a conocer la ruta de ida y vuelta por el Océano Atlántico, junto con Mathias Ringmann fue el primero en emplear América en honor del cosmógrafo florentino Américo Vespucio -.

El navegante nació en Génova hacia 1451 y murió en Valladolid el 21 de mayo de 1506. Los primeros años de su vida son confusos, posiblemente para esconder su origen humilde, en la biografía que hace su hijo Hernando se presenta de origen italiano, familia de marinos y noble y antiguo alumno de la Universidad de Pavia. Por otra parte, en los datos del testamento del Almirante (Valladolid, 19 de mayo de 1506) aparece de origen genovés.

Hijo de Domenico Colombo y de Susana Susana Fontanarossa, de profesión tejedores de lana, fue el mayor de cinco hermanos (Juan Pellegrino, Bartolomé, Diego y Bianchinetta).
Sobre 1468 comenzó a navegar, alternando la actividad de viajes comerciales por las costas cercanas a Génova con la de tejedor. Participó en la expedición comercial a la isla de Chíos (en el Egeo) controlada por los genoveses.
En agosto de 1476 llegó nadando a Portugal, al ser atacada la nave mercante en la que embarcaba con destino a Inglaterra por el corsario francés Guillaume Casenove.
En aquel momento Lisboa se encontraba en apogeo de actividades descubridoras, Colón se convirtió en un experto navegante del Atlántico entre (1476-1479), realizando travesías a Inglaterra, Islandia y Madeira.

En 1479 casó con Felipa Moniz Perestrello, recibiendo de su suegro la Capitanía de la Isla de Porto Santo (al nordeste de Madeira), instrumentos, papeles y cartas que desarrollarían el estudio de la cosmografía y astronomía. Residiendo en la capital Vila Baleira nació su hijo Diego, posteriormente se establecieron en Madeira.

Entre (1480-1483) realizó travesías comerciales a las Azores, Cabo Verde, Canarias, costa de Guinea y Lisboa, recibiendo información de la navegación en Atlántico y formando la idea de que por occidente se podía llegar a las tierras de oriente (ricas en especias) que Marco Polo describía en sus viajes: Cathay (China) y Cipango (Japón).

 

Por otra parte, Colón entre (1480-1482) estuvo en contacto con el cosmógrafo florentino Paolo dal Pozzo Toscanelli que defendía la posibilidad de navegar entre el extremo occidental de Europa y oriental de Asía, manteniendo que la distancia marítima no era grande - En el siglo II, considerando la esfericidad de la Tierra, el geógrafo griego Claudio Ptolomeo asignaba 180º a la extensión continental entre China y Portugal. El florentino Paolo Toscanelli (matemático, astrónomo y cosmógrafo) en 1474 había presentado al canónigo lisboeta Fernao Martins un proyecto para llegar desde Lisboa a las regiones orientales de las Indias, cruzando el mar Tenebroso (Océano Atlántico), siempre al oeste, aumentando la distancia continental entre China y Portugal a 230º, con lo que navegando desde Portugal a las Islas de las Especias por el Atlántico distaría 130º -.
 

Colón en 1484 presentó el proyecto ante el rey portugués Juan II de Avís, con una variación en los cálculos de Toscanelli, navegando desde Azores, Cabo Verde o Canarias la distancia continental no se extendía más de 102º.

La Comisión de estudio (entre otros, el médico real y cosmógrafo José Vizinho, el cosmógrafo alemán Martin Behaim y el maestro Rodrigo das Pedras Negras que había perfeccionado el astrolabio) decidió contra el proyecto de Colón, y cuando el dictamen llegó al Consejo de Estado también se opuso.

Ante el fracaso, Colón, viudo y con su hijo Diego, decidió marchar al Monasterio de Santa María de la Rábida (Huelva), con el propósito de recoger información sobre la existencia de las islas al occidente de Canarias que tuvieran los franciscanos.

En La Rábida se puso en contacto con el caballero portugués Pero Vasques Saavedra, piloto que en 1452 había embarcado con el infante Enrique de Avís y Lancaster 'El Navegante', zarpando desde las Azores hasta al oeste del mar de los Sargazos.

 

Colón dejó a su hijo Diego en el Monasterio de La Rábida dirigiéndose hacia Córdoba y Sevilla donde residían temporalmente los Reyes Católicos.
Con el apoyo de los frailes franciscanos Antonio de Marchena y Juan Pérez, fue recibido con agrado por el Contador Mayor Alonso de Quintanilla y el cardenal Pedro González de Mendoza 'El Gran Cardenal de España', exponiendo en enero de 1486 sus planes a los Reyes Católicos en Alcalá de Henares.

El proyecto, favorablemente acogido por Isabel 'La Católica', fue trasladado para su estudio a la Junta presidida por el teólogo Fray Hernando de Talavera.

Aunque se desconoce a cuántos y a quiénes consejeros designó Hernando de Talavera para asesoramiento en la Junta, sin duda, estarían los Consejeros Reales y, de entre ellos, destacaría Rodrigo Maldonado, que ya había dado muestras de su capacidad con el Tratado de Alcaçovas. No existe conocimiento de los expertos cosmógrafos y astrónomos convocados, en cuanto a los pilotos y marineros tampoco existe ninguna constancia.

Entre los últimos meses de 1486 y primeros de 1487, la Junta debatió los distintos aspectos del contenido del proyecto de Colón, coincidiendo con la presencia de los Reyes Católicos en Salamanca y Córdoba.

La estancia de los monarcas en Salamanca en 1486 es relevante, ya que allí pudo ganar Colón adeptos a su causa, especialmente Fray Diego de Deza, ex-prior del Convento de San Esteban.

En enero de 1487, los Reyes Católicos abandonaban Salamanca trasladándose a Córdoba para proseguir las campañas militares, la Junta colombina no se había pronunciado sobre la misión encomendada.

En la primera de 1487, Hernando de Talavera convocó en Córdoba de nuevo a la Junta, donde Colón expuso sus ideas: El grado terrestre equivalía a 56 y dos tercios de milla, que entre las costas españolas y las Indias orientales se extendía una masa de agua de aproximadamente 4.500 kilómetros, distancia asequible, más cuando existían islas intermedias que podían utilizarse como puente.

La decisión de la Junta fue rechazar el proyecto, a la luz de los conocimientos técnicos de aquel momento.

A mediados de 1487 los Reyes Católicos reciben a Colón en Málaga donde es informado del fallo de la Junta al considerar erróneos sus cálculos y medidas. A pesar de ello, recibió ayuda económica de la Corte.

 

En su vida personal, Colón había casado con la cordobesa Beatriz Enríquez de Arana, de quien nacería su hijo Hernando en agosto de 1488, hermanastro de Diego Colón, que sería bibliógrafo y cosmógrafo, participando en varios de los viajes del padre.

Continuó ensanchando el círculo de protectores en la Corte, además de Hernando de Talavera y Fray Diego de Deza, se interesaron los cortesanos Luis de Santángel y Beatriz de Bobadilla 'Marquesa de Moya'. Reaccionando ante la negativa real, acudió de nuevo a Portugal, y aunque Juan II de Avís le envió un salvoconducto para que fuera cuando quisiera, no existe evidencia del viaje.

A principios de 1488, el navegante portugués Bartolomé Díaz por encargó del rey portugués Juan II, en busca del mítico Preste Juan y de noticias traídas por expediciones portuguesas, doblaba el extremo sur de África, Cabo de Buena Esperanza, llegando al Océano Índico a partir del Atlántico, abriendo definitivamente la ruta a la India, apertura comercial que continuó una década más tarde Vasco de Gama.

En agosto de 1489, la reina castellana Isabel 'La Católica' recibió a Colón en Jaén para informarle que se volvería a considerar su proyecto cuando se tomase Granada a los musulmanes.

Cansado de esperar, Colón estuvo a punto de abandonar Castilla, siendo disuadido por Fray Juan Pérez (prior del Monasterio de La Rábida) y Garcí Hernández (médico y cosmógrafo de Palos), que mediante gestiones obtuvieron dinero en la Corte y una entrevista con los Reyes Católicos en Santa Fe (Granada).

 

Con la rendición de Granada el 2 de enero de 1492 se abrieron nuevas perspectivas para el proyecto colombino, apoyado por los Duques de Medina-Sidonia y Medinaceli (que ya habían ofrecido ayuda a Colón en 1491).

La Junta colombina quedó integrada por el Cardenal Mendoza, Fray Juan Pérez, el tesorero Luis de Santángel y el legado papal Alessandro Geraldini. Las negociaciones se tornaron dificultosas por las pretensiones de Cristóbal Colón.

PRIMER VIAJE: DESCUBRIMIENTO DEL NUEVO MUNDO


Capitulaciones de Santa Fe, suscritas el 17 de abril de 1492 en Santa Fe (Granada).
Se guarda un testimonio autorizado de las Capitulaciones en el Archivo General de Indias.

El 17 de abril de 1492 se suscriben por los Reyes Católicos, en la localidad granadina de Santa Fe, una serie de documentos conocidos como 'Las Capitulaciones de Santa Fe', donde se recogen los acuerdos alcanzados por los Reyes Católicos y Cristóbal Colón relativos a la expedición a las Indias por el mar de occidente.
En el acuerdo se le otorgan a Colón los títulos de Almirante, Virrey y Gobernador General de todos los territorios que descubriera durante su vida, así como la décima parte de los beneficios obtenidos y un diezmo de las mercancías que encontrara y hubiera en los lugares conquistados, designando como herederos a sus sucesores de forma vitalicia.
Las capitulaciones son firmadas por el secretario y gran valido Juan de Coloma.
 
 

El 30 de abril de 1492 tenía lugar el Despacho que hacia posible el descubrimiento del Nuevo Mundo, el presupuesto para la armada era aproximadamente de dos millones de maravedíes, costeados por la Corona, la villa de Palos y el Almirante.

La parte de la Corona ascendía a 1.140.000 maravedíes (cantidad que salió de la hacienda del escribano Luis de Santángel, que adelantó el dinero a los Reyes Católicos), de esta cantidad 1.000.000 de maravedíes se dedicaba para costear las Carabelas y el resto como parte de los honorarios del Almirante. La Corona reclamaba a la villa de Palos la cantidad de 400.000 maravedíes y dos carabelas durante dos meses, en compensación de deservicios prestados. Al Almirante le correspondía poner entre un cuarto y medio millón de maravedíes, demasiado dinero para un hombre que no calificaban como adinerado. Tuvo que haber un prestamista, quizás su amigo el mercader florentino de esclavos Juanoto Berardi, socio y amigo del Almirante en algunos negocios tras el descubrimiento.

Después de dejar Granada el 12 de mayor de 1492, el Almirante se reunía el 23 de mayo en la Iglesia de San Jorge de Palos con el pueblo y las autoridades para hacerles saber lo dispuesto por los Reyes Católicos. Se les comunicó que los marineros serían pagados por la Corona y Colón les adelantaría cuatro mensualidades. De otra parte, en Moguer se hizo pública otra Real Provisión dirigida a todas las villas y ciudades del mar de Andalucía para que pusieran a disposición de Cristóbal Colón tres naves completamente equipadas.

Los andaluces no prestaron interés alguno, los Reyes Católicos por medio de una carta de seguro concedieron a Colón recurrir a las Leyes Castellanas que permitían a los Almirantes sacar de prisión a los reos para que participasen en una armada de la Corona.
Por esas fechas, el gran marino paleño Martín Alonso Pinzón, propietario de una carabela, con gran reputación en los secretos del mar, adinerado y valiente, se encontraba en un viaje comercial a Roma. A su regreso, el fraile del Monasterio de Santa María de la Rábida, Antonio de Marchena, convenció a Martín Alonso Pinzón para que acompase a Cristóbal Colón.
Una vez que el prestigioso marino quedó convencido, se unieron sus hermanos Vicente Yáñez Pinzón y Francisco Martín Pinzón, desapareciendo los problemas de reclutamiento de la tripulación, uniéndose parientes, amigos y marineros de toda la comarca. La trascendencia de los Pinzón en el descubrimiento hace que se les conozca como co-descubridores del Nuevo Mundo.

Se hicieron con tres navíos: dos carabelas (la Pinta y la Niña) y la nao Santa María, capitana de la flota, mandada por Cristóbal Colón. El propietario de la Nao era Juan de la Cosa, célebre marino y cartógrafo, natural de Santoña y vecino de Puerto de Santa María. Juan de la Cosa se embarcó como maestre en la Nao, contratando a casi toda la tripulación en el norte de España. Colón debió alquilársela en casa del Duque de Medinaceli, Señor del Puerto de Santa María.
La carabela Pinta, costeada por los vecinos de Palos, era la más rápida de las tres embarcaciones, capitaneada por Alonso Martín Pinzón, siendo el maestre su hermano Francisco Martín Pinzón. Era propiedad del paleño Cristóbal Quintero, que formó parte de la expedición sin desearlo.
La carabela Niña procedía de los astilleros de Moguer, costeada por los vecinos de Moguer, toma su nombre del propietario Juan Niño, capitaneada por Vicente Yáñez Pinzón.
En cuanto a los tripulantes no hay una cifra exacta, para el cronista Hernando Colón y el padre Bartolomé de las Casas fueron noventa.

La salida se inició en Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492, el 5 de septiembre se estropeó el timón de La Pinta y decidió sustituir la carabela en las Islas Canarias, no pudo hacerlo y tuvieron que repararla, además se cambió el velamen a La Niña.
El jueves 6 de septiembre, el Almirante mandó hacerse a la vela desde el Puerto de San Sebastián de la Gomera, el 9 de septiembre de 1492 perdieron de vista la Isla de Hierro comenzando el viaje colombino, manteniendo la latitud del paralelo de las Canarias que tuvo que variar el 6 de octubre (obligado por un malestar en la armada) siguiendo el rumbo sudoeste cuarta del oeste - Parece ser que Cristóbal Colón había recibido órdenes de los Reyes Católicos de no sobrepasar el sur del paralelo de Canarias respetando el Tratado de Alcáçovas (firmado el 4 de septiembre de 1479 entre los Reyes Católicos y Alfonso V de Portugal) que establecía como frontera de expansión entre los dos reinos -.

El bibliógrafo Hernando Colón (hijo de Cristóbal Colón y Beatriz Enríquez de Arana) narra que cuando perdían de vista Canarias, el Almirante entregó instrucciones a los capitanes de las carabelas (Alonso Martín Pinzón y Vicente Yáñez Pinzón) de que el destino del viaje era llegar a Cipango y a tierras orientales de Asia.

Las primeras inquietudes del Almirante comenzaban el 1 de octubre de 1492, mientras que por su cuenta habían navegado 707 leguas desde la Isla de Hierro, el piloto de la nao Santa María contabilizaba 584 leguas y no había señales de islas (Cipango se encontraba entre 750-800 leguas de Canarias según el proyecto de Colón). El razonamiento del Almirante fue aprovechar el fuerte viento de popa que había esos días y llegar a tierra firme de Asia (separada de Cipango 375 leguas o 1500 millas, según Marco Polo y Paolo dal Pozzo Toscanelli).

Entre la noche del 6 al 7 de octubre de 1492, los marineros cántabros de la nao Santa María provocan el primer motín, enfrentados abiertamente a Cristóbal Colón (parece ser que decidieron que se tornaba o le echarían a la mar). La intervención de los hermanos Pinzones fue decisiva, a cambio el Almirante aceptó dejar el camino del oeste y poner proa hacia el oeste-sudoeste (que ya había rechazado).
En el Diario justifica el cambio de rumbo por las bandadas de aves que seguían esa dirección.

La tensión iba en aumento, la noche entre el 9 y 10 de octubre el motín se generalizó a toda la armada, incluyendo los hermanos Pinzones, llevan navegadas más de 850 lenguas (1000 lenguas en el cálculo secreto del Almirante) y no aparecían indicios de tierra a la vista. Los Pinzones dieron un ultimátum a Colón, proseguirían tres días más rumbo oeste, pasado el plazo regresarían a España.

Según el Diario del Almirante, estas circunstancias marcan el distanciamiento de Colón con Martín Alonso Pinzón.

En el Diario del Almirante se informa que se avistó tierra dos horas después de la media noche del jueves 11 de octubre de 1492. La hora de la Salve (20 horas) es la hora del rezo marinero y del cambio de guardia de la noche. Según se desprende de los Pleitos, el marinero Juan Rodríguez Bermejo, de guardia en la proa de la Pinta, divisó una punta de playa que brillaba a la luz de la luna. Habían transcurrido 33 días de navegación ininterrumpida por el Océano Atlántico.

El cronista Bartolomé de las Casas interpretó las dos de la madrugada del viernes 12 de octubre.

En la mañana del 12 de octubre de 1492 desembarcaron en la Isla de Guanahaní (que bautizaron como El Salvador), en el Archipiélago de las Bahamas, tomando posesión de las tierras en nombre de los Reyes Católicos. El Almirante sale de Guanahaní el 14 de octubre, un día más tarde divisa la Isla Santa María de la Concepción y se allega a la Fernandina. El 19 de octubre se encontraban en La Isabela.
El 28 de octubre llegaba a Cuba (a la que bautizó Juana, en recuerdo del príncipe don Juan), creyendo que era la provincia asiática de Catay. El 2 de noviembre envía una delegación (Rodrigo de Jerez y Luis de Torres) tierra adentro con una carta de salutación de los Reyes Católicos al Gran Khan, a los pocos días, después de recorrer doce leguas, regresan los emisarios sin haber visto más que un pequeño poblado.

Mientras Cristóbal Colón recorría la costa oriental cubana, sin autorización del Almirante, Alonso Martín Pinzón al cargo de La Pinta se apartaba de la flota el 21 de noviembre para descubrir nuevas tierras.

El 5 de diciembre dejaba Cuba, dando el nombre de 'Alfa y Omega' al cabo más meridional, por considerarlo el fin de tierra firme. El 6 de diciembre, tras recorrer 18 leguas, llegó a la Isla de Haití (a la que bautizó como La Española'), avanzando por la costa septentrional fue dando nombres a los distintos accidentes geográficos.

El 24 de diciembre la nao Santa María encalló en unos bajos de la costa de la zona guacanagarí (actual República Dominicana), estando al timón un inexperto grumete. Los indígenas de Guacanagarí socorrieron a la tripulación pudiendo salvar el cargamento. Los despojos de la nao Santa María se utilizaron para levantar el fortín 'Fuerte de Navidad', quedando treinta y nueve españoles maltrechos con provisiones para un año.
La pérdida de la Santa María era un contratiempo para el Almirante porque tenía que utilizar la carabela Niña de Vicente Yáñez Pinzón. El 4 de enero de 1493, la Niña prosiguió avanzando, encontrando el 6 de enero a La Pinta de Alonso Martín Pinzón, juntos navegaron hacia la península de Samaná (República Dominicana).

El miércoles 16 de enero de 1493, el Almirante dio la orden de regresar a España marcando al dejar la Bahía de las Flechas dirección nordeste cuarta del este, desplazándose hacia el norte hasta alcanzar la altura del paralelo de las Azores, el 4 de febrero cambió dirección este aprovechando las corrientes y vientos del Golfo. Entre el 12-14 de febrero encontraron un fuerte temporal, el 14 de febrero la carabela Pinta de Alonso Martín Pinzón desapareció por causa de la tormenta.

El 18 de febrero, La Niña al mando de Colón, fondeaba la Isla de Santa María (archipiélago portugués de las Azores) donde se enfrentaron a problemas con el capitán de la Isla. El 24 de febrero partían hacia España, sufriendo otro temporal entre el 26 de febrero al 4 de marzo en las inmediaciones de Lisboa.
El 4 de marzo pisaba tierra peninsular, muy cerca de la desembocadura del río de Lisboa.

Antes que Colón entrara en la Península, a últimos de febrero de 1493, la Pinta de Alonso Martín Pinzón arribaba en el puerto gallego de Bayona (Pontevedra), desde donde el capitán notificó a los Reyes Católicos, que se encontraban en Barcelona, el descubrimiento de las Indias.

Pocos días después, Colón fue recibido con honores por el monarca lusitano Juan II de Avis, que aspiraba a las tierras descubiertas, trasladándose el 11 de marzo al Monasterio de San Antonio para cumplimentar a la reina portuguesa.
Antes de dejar el estuario del Tajo, el Almirante notificaba a los Reyes Católicos el descubrimiento.

En el mediodía del 15 de marzo, Colón entraba al mando de la Niña por el puerto de Palos de la Frontera. Unas horas después, procedente de Bayona, lo hacía Alonso Martín Pinzón con la carabela Pinta, llegaba enfermo y a los pocos días murió.

Cristóbal Colón, a finales de abril de 1493, se trasladó a Barcelona para informar personalmente a los Reyes Católicos de sus descubrimientos, siendo recibido con todos los honores.

El 28 de mayo de 1493, los Reyes Católicos le confirman solemnemente sus títulos, honores y privilegios definidos en las Capitulaciones de Santa Fe, el mismo día se le dan cartas reales nombrándole Capitán General de la segunda flota de las Indias y autorizándole (según Real Cédula fechada en Barcelona a 28 de mayo de 1493) para nombrar a las personas escogidas por él para el gobierno de las Indias, mientras se adoptaban las medidas para organizar el sistema a tal fín establecido en las Capitulaciones.

Las noticia del descubrimiento de un Nuevo Mundo se extendió por toda Europa. De inmediato se acometió la preparación de una nueva expedición, con la misión de colonizar y evangelizar a los indígenas nativos. Los Reyes Católicos realizaban gestiones ante el Papa Alejandro VI solicitando que les confirmase la posesión de las tierras descubiertas.

En 1493 el Papa Alejandro VI otorgó bulas en favor de los Reyes Católicos:
 
Bula 'Breve Inter caetera', de 3 de mayo de 1493, se cree que fue redactada en el mes de juno, adjudicando a los Reyes Católicos el dominio de cada una de las tierras e islas descubiertas y las que se descubrieran en adelante, el texto no menciona línea de demarcación ni ninguna otra forma de limitar los nuevos dominios ultramarinos de Castilla y León, que los Reyes Católicos disfrutarán de los mismos derechos otorgados a los Reyes de Portugal en las partes de África, Guinea y la Mina de Oro en Bulas de Papas anteriores.
 
Bula 'Eximiae devotionis', de 3 de mayo de 1493, se cree que fue redactada en el mes de julio, su texto coincide con la bula anterior, introduce la novedad de la definición de un 'meridiano' al oeste del cual todas las tierras halladas y por hallar pertenecerán a los Reyes Católicos. No menciona a Portugal y se refiere a los Estados de la época al indicar que quedaran excluidos de la posesión castellana los territorios que ya perteneciesen a algún príncipe cristiano a 25 de diciembre 1492.

 

Bula 'Dudum Siquidem', de 26 de septiembre de 1493, haciendo referencia a las Bulas anteriores, adjudica a los Reyes Católicos las islas y tierras firmes descubiertas y por descubrir hacia occidente y mediodía, que no estuvieran constitucionalmente bajo el actual dominio temporal de señores cristianos.

SEGUNDO VIAJE HACIA ASIA: Colón tenían prisa por iniciar esta travesía cuanto antes para así demostrar que había llegado a Asia, frente al temor de los Reyes Católicos de que los portugueses intentaran algún tipo de exploración de los nuevos territorios ya que, según el Tratado de Alcaçovas, les pertenecía cualquier descubrimiento realizado al sur de las Islas Canarias.
El objetivo de la nueva expedición consistía en dibujar lo que se había descubierto y hacer una carta náutica, ya no era sólo un viaje de descubrimiento, sino de conquista.

La segunda expedición partió del puerto de Cádiz el 25 de septiembre de 1493, contó con una flota de 17 navíos y cerca de 1.200 hombres muy bien preparados, entre los que había labradores, artesanos, marineros, hidalgos y religiosos, entre ellos, Diego Colón (hermano del Almirante), Bartolomé Colón (hermano del Almirante), Juan de la Cosa (navegante y cartógrafo), Diego Álvarez Chanca (médico, autor de una relación del viaje) y Alonso de Ojeda (navegante y conquistador).

Navegando más hacia el sur que en el primer viaje, el 3 de noviembre de 1493 llegaron a una isla de las Pequeñas Antillas que denominaron Dominica.
Durante los siguientes días fueron descubriendo nuevas islas, entre otras, María Galante, Guadalupe, Montserrat, Santa María la Redonda, Santa María de la Antigua, San Martín y Santa Cruz. El 16 de noviembre descubrieron la isla de Borinquen (bautizándola como San Juan Bautista, la actual Puerto Rico).

El 22 de noviembre alcanzaban a La Española (actual República Dominicana y Haití, isla situada entre la isla de Cuba al oeste y la isla de Puerto Rico al este), encontrando el Fuerte de Navidad destruido y comprobando que los españoles que se habían quedado en el primer viaje habían fallecido. Abandonando sus restos, en enero de 1494 fundaron al noreste de Haití una nueva colonia, La Isabela, primera ciudad europea, dejando como alcalde a Antonio Torres.

A mediados de febrero de 1494, Colón envía una flota con doce naves a España al mando de Antonio Torres, solicitando los sueldos de marineros que no lo habían recibido y alimentos, con cartas que explicaban a los Reyes Católicos los sucesos ocurridos.
Entretanto, envió a Alonso de Ojeda adentrarse en el interior de La Española, donde encontró oro. Después de cortar con energía algunos contratiempos, el doce de marzo abandona La Isabela dirigiéndose hacia el interior de La Española, ordenando la construcción de la Fortaleza de Santo Tomás el 17 de marzo de 1494.

La Fortaleza de Santo Tomás fue asaltada por los aborígenes de Caonaboa (Señor de la Casa del Oro), que anteriormente había exterminado el Fuerte de Navidad. El jefe nativo resultó muerto. A su regreso, el 29 de marzo de 1494, Colón encuentra a La Isabela en condiciones caóticas, obligándole a tomar duras medidas que le enemistaron con algunos de sus hombres.

El 24 de abril de 1494, Colón renueva la navegación en busca de Cipango, recorriendo la costa meridional de Cuba, se desvía hacia el sur y descubre Jamaica (a la que bautizó Santiago). En la incursión por la costa cubana se internó en un laberinto de islotes a los que denominó 'Jardín de la Reina' - El laberinto de islotes hizo creer a Colón que se trataba del archipiélago de mil islas descritas por Marco Polo -.
A su regreso a La Isabela se encontró que los españoles se enfrentaban a una sublevación de cuatro caciques. El levantamiento fue sometido en la Vega por Colón, con la participación de su hermano Bartolomé, imponiendo a los aborígenes un tributo (punto de partida de los Repartimientos).

Tras una grave enfermedad, Cristóbal Colón regresaba a España el 10 de marzo de 1496, llegando a Cádiz el 11 de abril vestido con un sayal de fraile franciscano. Una de las naves utilizadas en el regreso 'La India' fue construida en La Española.
Antes de su regreso, Colón encomendó a su hermano Bartolomé la fundación de una ciudad, quedando como Gobernador. El 5 de agosto de 1496, Bartolomé Colón fundaba la ciudad de Santo Domingo, que poco tiempo después se convertiría en la ciudad más importante del Nuevo Mundo.

En el otoño de 1496, Cristóbal Colón fue recibido por los Reyes Católicos en Burgos confirmando sus privilegios. Los monarcas comienzan a poner en duda las promesas del Almirante y, aunque desean utilizar su pericia como navegante, desean apartarlo del gobierno de La Española.
A pesar del recelo real, en abril de 1497 se empezó a preparar otra expedición al Nuevo Mundo.

Mientras que Cristóbal Colón se encuentra en la segunda expedición, los reinos de Portugal y Castilla, fuera del arbitraje pontificio, firman el Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494) estableciendo las zonas de jurisdicción de ambos reinos en el Atlántico, estableciendo que quedan bajo dominio portugués las tierras situadas hasta 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, y bajo dominio castellano todo lo que se descubriese a partir de esa línea.


El Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494) sustituye a la Bula Inter Caetera (3 de mayo de 1493), y ésta a su vez al Tratado de Alcáçovas (4 de septiembre de 1479) que establecía, además de poner el fin de la beligerancia entre la Corona de Castilla y el Reino de Portugal, que la Corona de Castilla recibía las Islas Canarias, mientras que el Reino de Portugal obtenía el reconocimiento de su dominio sobre las islas de Madeira, las Azores, Cabo Verde, Flores, la Mina de Oro y Guinea.

TERCER VIAJE: EL PARAÍSO TERRENAL

Con el apoyo de la Corona, el Almirante logró equipar con muchas dificultades seis naves, donde viajaban labradores, artesanos, menestrales de diversos oficios, soldados y marineros. No había apenas voluntarios y faltaban tripulantes, los Reyes Católicos tuvieron que conceder el perdón a la mayoría de los delincuentes que embarcaban, salvo en los casos más graves.
Cristóbal Colón contó con la compañía del fraile dominico Bartolomé de las Casas, que proporcionaría parte de las transcripciones de los Diarios del Almirante.

El tercer viaje de Colón partió desde el puerto gaditano de Sanlúcar de Barrameda el 30 de mayo de 1498, con una flota de seis navíos y más de doscientos hombres. El objetivo era determinar la posición exacta de las islas descubiertas respecto a la línea de demarcación establecida en el Tratado de Tordesillas.

La flota hizo escala en Madeira y La Gomera, después de abastecerse, la expedición se dividió: mientras que tres navíos fueron directamente a La Española, Colón con tres embarcaciones siguió un rumbo más meridional.

El Almirante llegó al Archipiélago de Cabo Verde, el 4 de julio tomó dirección oeste. El 31 de julio de 1498 descubrió la Isla de Trinidad, bordeando la parte meridional de la Isla vio el delta de un gran río (el Orinoco) y la costa de Venezuela (que creyó ser una Isla).
El 2 de agosto de 1498 penetró en el Golfo de Paria, descubriendo el continente sudamericano, encontrándose con nativos amistosos, ríos y vegetación exuberante, creyendo que se encontraba en el 'Paraíso Terrenal'.
El 13 de agosto cruzó el estrecho de Boca del Dragón, recorriendo la parte norte de la península de Paria, continuó por la costa hacia occidente, descubriendo en el mar Caribe las Islas de Margarita, Coche y Cubagua (único estado insular de Venezuela, denominado Nueva España).

El 15 de agosto, tomando dirección norte, se dirigió a La Española, donde encontró una población dividida por la sublevación de Francisco Roldán (navegante que acompañó a Colón en el segundo viaje, el Almirante le nombró Alcalde Mayor de La Isabela, se enfrentó a Bartolomé Colón incitando a los nativos a la rebelión). Cristóbal Colón pactó con los rebeldes y se dispuso a obtener beneficios con la venta de esclavos.

Informados los Reyes Católicos de la situación de La Española, el 21 de mayo de 1499 designaron a Francisco de Bobadilla, Juez Pesquisidor y Gobernador de las Indias, en sustitución de Cristóbal Colón. El nuevo Gobernador de las Indias arribó en La Española (Santo Domingo) el 23 de agosto de 1500.

El Almirante se encontraba en La Vega y en la ciudad se encontraba su hermano Diego, que rehusó obedecer a Bobadilla por considerar superior la autoridad de Cristóbal Colón.
Dos días después, Francisco de Bobadilla leyó su nombramiento real y tomó posesión del cargo. Se apoderó de la Fortaleza, incauto los bienes de los hermanos Colón y recogió quejas contra el Almirante.

Apresó a Diego Colón y, encadenado, lo envió en una carabela hacia España.

En septiembre de 1500, Cristóbal Colón llegó a Santo Domingo, ante un requerimiento de Francisco de Bobadilla, sin más preámbulos, le apresó con unos grilletes y lo encerró en la Fortaleza, igual suerte corrió su hermano Bartolomé Colón.

A primeros de octubre de 1500, las carabelas zarparon hacia España con Cristóbal y Bartolomé Colón encadenados.

El 20 de noviembre de 1500 arribaron en Cádiz, siendo entregados a Juan Rodríguez de Fonseca (sobrinos del arzobispo Alonso I de Fonseca, primer organizador de la política colonial castellana en las Indias), Colón envió un mensaje a los Reyes Católicos que estaban en Granada. Los Reyes Católicos recibieron al Almirante y le restituyeron en sus prerrogativas pero no de su gobierno.

A pesar de los bochornosos acontecimientos, en octubre de 1501 se autorizaba a Colón para preparar otra expedición a las Indias.

 

Por instrucción de los Reyes Católicos se designa a Nicolás de Ovando y Cáceres como Gobernador y Administrador colonial de La Española, sucediendo en el cargo a Francisco de Bobadilla.

El 13 de febrero de 1502, Nicolás de Ovando, acompañado de Francisco Pizarro y Fray Bartolomé de las Casas 'El Protector de los Indios', parte de España con 32 embarcaciones y 2500 colonizadores elegidos al azar, siendo la flota más grande con destino al Nuevo Mundo. El objetivo trazado por los Reyes Católicos era establecer en la Colonia las estructuras políticas, administrativas, sociales y religiosas.

Con Nicolás de Ovando, Gobernador y Administrador de La Española (1502-1509), se inició el auténtico proceso de colonización de las Indias:

  • Se restablecieron los tributos a la Corona por el oro extraído, en un principio se pidió la mitad del oro, después de las negociaciones de Ovando quedó en la quinta parte.
  • Se estableció una Administración burocrática que registraba y controlaba.
  • El Repartimiento de tierras con los nativos es sustituido por la Encomienda en la que los aborígenes trabajaban por un sueldo digno a cambio de ser educados y evangelizados. Aunque el sistema originó abusos, denunciados a los Reyes Católicos por los religiosos españoles, se corrigieron con medidas legislativas de protección del nativo - Testamento de la Reina Isabel I, Leyes de Burgos (1512), Leyes Nuevas de Indias (1542), y otras disposiciones -. A pesar de ello, fue imposible controlar por los monarcas españoles los malos tratos y abusos de algunos encomenderos y terratenientes.
  • Se fundaron ciudades, con el modelo del municipio castellano, se reconstruyó Santo Domingo repartiendo terrenos entre los españoles, impulsando la construcción de conventos, iglesias, edificios públicos y el hospital de Nicolás de Bari. Se fundaron ciudades, entre otras, Puerto de Plata, Santa Cruz, Puerto Real, Lares de Guahabá, Santa María de la Vera Paz.
  • Se estableció el sistema educativo, dirigido por los franciscanos.
  • Se desarrollo el comercio, promoviendo la entrada de embarcaciones.

CUARTO VIAJE: MUERTE DE COLÓN

El 11 de mayo de 1502, partía Colón desde Cádiz rumbo a las Canarias, con cuatro carabelas (Capitana, Santiago de Palos, Gallego y Vizcaíno) y 150 hombres, desde donde zarpó hacia el Nuevo Mundo el 25 de mayo. El objetivo de este viaje era encontrar un paso (Estrecho de Malaca) que le permitiera llegar a las Indias, al oeste de las Antillas, ya que se veía que éstas no lo eran aunque no podían quedar muy lejos de las tierras por él descubiertas.

En el cuarto viaje, Cristóbal Colón mantenía los títulos de Almirante y Virrey, aunque no se le permitiera ejercer éste último, ya que Nicolás de Ovando poseía poderes ilimitados. Le acompañaban su hermano Bartolomé, su hijo Hernando, Bartolomé de las Casas y Alonso Sánchez de Carvajal, encargado de recaudar para Colón los beneficios correspondientes del comercio de las Indias y del oro.

Comenzó el cuarto viaje siguiendo una ruta similar a la utilizada en el segundo. El 15 de junio 1502 se encontraba frente a la isla antillana de Martinica, pasando a San Juan de Puerto Rico, al pretender anclar en La Española para sustituir la carabela Santiago de Palos por otra embarcación, no obtuvo permiso de Nicolás de Ovando.

El 30 de julio comienza a explorar las costas de la actual Honduras, llegando a la Isla de Guanaja. El 16 de octubre de 1502 desembarca en el continente, donde los indígenas del Lago Chiriqui le informan que se encuentra en un istmo, que el Océano Pacífico se encuentra a nueve días de marcha, aunque Colón hace caso omiso de la información.

Recorriendo el istmo centroamericano hacia el sur, bordeando Nicaragua y Costa Rica, el 17 de octubre de 1502 llegó a la costa panameña de Veragua, al Golfo de los Mosquitos, donde el 6 de enero de 1503 intentó en vano fundar la ciudad Río de Belén.

El 15 de abril partió de Río Belén con las naves Capitana, Santiago de Palos y Vizcaíno, la Gallego dañada por los temporales fue abandonada. En Portobelo o Puerto de los Bastimentos renunciaron también a la Vizcaíno y continuaron costeando hasta cabo Marmóreo, en la frontera de Panamá y Colombia, para continuar al norte de regreso a La Española.

El 10 de mayo de 1503 arribaron en las islas que bautizó como Islas Tortugas (actuales Pequeño Caimán y Caimán Brac) por la gran cantidad de estos animales que habitaban en sus aguas, donde obtuvo un gran abastecimiento de la carne que ofrecían los reptiles.

Tras enfrentarse continuamente a tormentas y huracanes, el Almirante llegó a Jamaica el 23 de junio de 1503, con las naves Capitana y Santiago de Palos (capitaneada por Francisco de Porras) ya inútiles, quedando varadas y apuntaladas en la playa de Santa Gloria.

El 7 de julio de 1503, el Almirante enfermo de artritis envía una carta de auxilio a los Reyes Católicos, que diez días después entregaría a Diego Mendoza, Diego Méndez (criado del Almirante) y a Bartolomé Fieschi (capitán de la Vizcaíno), que marcharon a buscar socorro a La Española en canoas nativas, a las que le añadieron batemares, falsas quillas y velas.

A finales de junio de 1504 llegó el salvamento definitivo, en un navío fletado por Diego Méndez y pilotado por Diego Salcedo (criado del Almirante). El 28 de junio de 1504 partían de Jamaica, y contra vientos y corrientes llegaban a la costa occidental de La Española unos días más tarde.

El 13 de agosto de 1504, Diego Méndez se dirigía a la Corte con cartas para los Reyes Católicos, para Fray Gaspar Gorricio (albacea testamentario y consejero espiritual de los hijos del Almirante) y para el heredero colombino Diego Colón.

El Almirante recibió otra mala noticia en La Española, Rodrigo de Bastidas (participó en el segundo viaje) le informó de que no existía estrecho donde él lo imaginaba, en el Golfo del Darién.

Cristóbal Colón preparó dos nuevos navíos para regresar a España, sin ayuda, con mucho gasto y esfuerzo.

Finalmente el 12 de septiembre de 1504 zarpaba del Puerto del Ozama en dirección a Castilla. Entraba en Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504.

La reina de Castilla, Isabel 'La Católica', moría el 26 de noviembre de 1504 en Medina del Campo (Valladolid).

A finales de mayo de 2005, Cristóbal Colón es recibido en Segovia (residencia de la Corte) por el regente de Castilla, Fernando 'El Católico', que no estaba dispuesto a cumplir las Capitulaciones de Santa Fe.

Desde entonces, Cristóbal Colón intentó recuperar sus privilegios sobre las tierras que había descubierto, sus esperanzas residían en Juana I de Castilla y su marido Felipe 'El Hermoso', pero antes de poder conseguir una entrevista con ellos, murió en Valladolid el 21 de mayo de 1506, convencido de que había llegado a las Indias.

El cuerpo de Cristóbal Colón fue enterrado en la Cartuja de las Cuevas (Sevilla).

 

En 1541, la virreina María Álvarez de Toledo (hija de Fernando Álvarez de Toledo, nieta del I Duque de Alba), viuda de Diego Colón, se encargó de trasladar el cuerpo del Almirante a la catedral de Santo Domingo.

Cuando Santo Domingo pasó a ser dominio francés (1795), las autoridades españolas llevaron los restos de Cristóbal Colón a la catedral de La Habana.

Finalmente, cuando Cuba fue ocupada por los norteamericanos en 1898, el gobierno español dispuso que los restos se trasladaran a la catedral de Sevilla.

No obstante, no existen evidencias irrefutables de que los restos del Almirante reposen allí o en alguno de los lugares mencionados.


Monumento a Isabel La Católica y Cristóbal Colón, en Plaza de Isabel La Católica de Granada, representando las 'Capitulaciones de Santa Fe' donde la reina castellana concedió permiso a Cristóbal Colón para realizar el viaje a las Indias.
Extraordinaria escultura de Mariano Belliure y Gil, realizada en Roma en 1892 en conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América. En un principio fue colocada en el Paseo de Salón, rodeada de una reja de estilo gótico.
Ante Isabel La Católica sentada en silla gótica, Cristóbal Colón con gesto de inclinación muestra un pergamino con la intención de su viaje. Debajo de ellos, una gran alfombra donde lucen las armas de los Reyes Católicos, así como las fechas de 11 de enero y 12 de octubre de 1492.


Monumento a Isabel La Católica y Cristóbal Colón, en Plaza de Isabel La Católica de Granada, representando las 'Capitulaciones de Santa Fe' donde la reina castellana concedió permiso a Cristóbal Colón para realizar el viaje a las Indias.


Monumento a Isabel La Católica y Cristóbal Colón, en Plaza de Isabel La Católica de Granada, representando las 'Capitulaciones de Santa Fe' donde la reina castellana concedió permiso a Cristóbal Colón para realizar el viaje a las Indias.


Colón y el Descubrimiento: Colón solicita ayuda de Isábel la Católica.


Colón y el Descubrimiento: Colón avistando Tierra.


Colón y el Descubrimiento: Colón tomando Posesión del Nuevo Mundo.


Colón y el Descubrimiento: Colón relatando el Descubrimiento del Nuevo Mundo a los Reyes Católicos.


Colón y el Descubrimiento: Colón narra su tercer viaje y es restituido del Favor Real.


Monasterio de la Rábida.


Monumento a Isabel la Católica con las figuras de Boabdil el Chico, Gonzalo Fernández de Córdoba, Cristóbal Colón y el Cardenal Cisneros.
Esculturas en bronce de Salvador Amaya. Parque Histórico de Navalcarnero, que estuvo bajo la jurisdicción de Segovia entre 1499-1627


Escultura en bronce del Cardenal Cisneros


Escultura en bronce de Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán


Escultura en bronce de Cristóbal Colón


Escultura en bronce de Cristóbal Colón


Monumento a Isabel la Católica con las figuras de Boabdil el Chico, Gonzalo Fernández de Córdoba, Cristóbal Colón y el Cardenal Cisneros.
Esculturas en bronce de Salvador Amaya. Parque Histórico de Navalcarnero, que estuvo bajo la jurisdicción de Segovia entre 1499-1627