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Econometría |
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MEDINA DEL CAMPO |
En la Edad de Hierro ya existía en la loma de la Mota un pequeño asentamiento siendo un establecimiento abierto al comercio y al influjo meridional. Pasaron los romanos, asentados en una loma llamada 'Las Peñas', y también los árabes, que le dieron el nombre de 'Medina'. En 1107 se hace referencia a 'Metina' en una carta de donaciones. Era una plaza recién repoblada por orden de Alfonso VI y amurallada en la margen derecha del río Zapardiel, en la misma ubicación donde hoy se alza el castillo. En plena expansión, con las murallas y el cauce del río rebasados, el monarca castellano-leonés Fernando IV (1295-1312) convoca por primera vez las 'Cortes de Medina', que volverían a celebrar sesiones a lo largo de los siglos XIV y XV. Entre los años 1421 (cuando se dictan las Ordenanzas de aposentamiento de feriantes) y 1606 (traslado de la Corte a Madrid), Medina del Campo se convirtió en un interminable mercado. Eran las Ferias Generales del Reino. Desde el siglo XVII hasta la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, Medina contempla un lento languidecer (en 185o sólo mantiene la décima parte de los veinte mil habitantes que llegó a tener en el siglo XVI). La red ferroviaria hace de Medina un importante nudo de comunicaciones. El sector servicios, la agricultura y la industria de transformación de la madera se convierten en el imparable motor económico de los siglos XIX y XX. |
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En el Castillo de la Mota pasó sus ultimas días Isabel la Católica y dictó su testamento antes de fallecer en 1504. Isabel I (conocida como Isabel la Católica) nació en 1451 en la pequeña localidad abulense de Madrigal de las Altas Torres, a 27 kilómetros de Medina del Campo. La agitada vida familiar y política la llevó con corta edad a asentarse en Medina del Campo, la ciudad más importante de la zona. En 1468 su hermanastro, Enrique IV el Impotente, la reconoció como Princesa de Asturias. A partir de entonces, se convirtió en Señora de Medina del Campo. |
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Isabel I de Castilla casó con el príncipe Fernando II de Aragón en 1469, al ser primos segundos necesitaron una bula papal, dispensa que consiguieron del Papa Sixto IV a través de su enviado el cardenal Rodrigo de Borgia en 1472. Recibieron el título de Católicos mediante la Bula Si Convenit que recibieron del Papa Alejandro VI el 19 de diciembre de 1496. |
La reina Isabel la Católica estipuló en su testamento que, si bien la heredera del trono era su hija Juana casada con Felipe de Habsburgo, el rey Fernando el Católico administraría y gobernaría en Castilla en su nombre al menos hasta que el infante don Carlos, primogénito de doña Juana, cumpliera veinte años. La línea sucesoria, después de los hijos de doña Juana, pasaría a doña María de Aragón, cuarta hija de los Reyes Católicos y reina consorte de Portugal por su matrimonio con Manuel I y sólo después pasaría a doña Catalina de Aragón, reina consorte de Inglaterra por su matrimonio con Enrique VIII y madre de María I de Inglaterra. La nobleza castellana no apoyó a Fernando el Católico y este optó por retirarse a Aragón. El gobierno de Castilla quedó en manos de Felipe I, primogénito de Maximiliano I, Sacro Emperador Romano-Germánico, y de María de Borgoña. El 25 de septiembre de 1506 fallece súbitamente Felipe I en la burgalesa Casa del Cordón y ello llevó a que Fernando el Católico fuera nombrado de nuevo Regente de Castilla hasta su muerte en 1516, ordenando que su hija Juana fuera encerrada en Tordesillas. |
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Durante la regencia de Fernando el Católico se educó en España su nieto preferido, Fernando I de Habsburgo, nacido en Alcalá de Henares, hijo de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, hermano pequeño de Carlos I. En un principio fue investido como Regente, en un testamento dado 1512, hasta la llegada de Carlos a España, aunque el anciano rey aragonés Fernando II lo revocó antes de morir favoreciendo a su hermano Carlos, educado en Flandes. Fernando el Católico murió en Madrigalejo (Cáceres) en enero de 1516, le sucedió su nieto Carlos que reinó junto a su madre doña Juana I de Castilla, ésta de forma nominal, en todos los territorios de España con el nombre de Carlos I, uniendo por primera vez en una misma persona las Coronas de Castilla, Aragón, Navarra, las Indias, Cerdeña, Nápoles y Sicilia, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos V desde 1520 a 1558. |
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Otros monumentos de la ciudad son el Palacio del Almirante, el Convento de las Carmelitas, el Palacio de Falces, el Palacio de los Dueñas, el Convento de Santa María Magdalena, el Convento de San José y la Iglesia de Santiago.Palacio del Almirante: En el siglo XVI el edificio era propiedad de la familia Enríquez, Almirantes de Castilla. A mediados del siglo XVIII, el Marqués de Tejada acomete profundas reformas. De aquella edificación sólo se conservan la torre y las dos portadas del jardín delantero, construidas en 1753. El Convento de las Carmelitas: En su interior se conservan cuadros y tallas de los siglos XVII y XVIII. Palacio de Falces: Edificio del siglo XVI, propiedad del Marqués de Falces, con fachada de piedra de sillería. Se articula alrededor de un patio interior de dos plantas con dos lados porticados. Desde finales del siglo XIX y durante casi un siglo, fue Colegio de la Congregación de Hijas de Jesús. Actualmente, se ha convertido en Casa de Cultura. Palacio de los Dueñas: Edificio construido entre los años (1528-1543) para ser una residencia de Diego de Beltrán. El arquitecto Luis de Vega lo trazó siguiendo las corrientes renacentistas que ya invadían Castilla. Es de planta cuadrada, con un torreón en uno de los ángulos. A través del zaguán, que conserva un extraordinario artesonado, se accede al patio rectangular, de dos plantas, con una continua sucesión de trabajos de primera magnitud realizados en piedra. En 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico y desde 1950 se utiliza como centro de enseñanza. Convento de Santa María Magdalena: Fundación Agustina de 1552 creada para acoger a las jóvenes de 'vida desordenada' e impartir enseñanza básica a los niños de familias pobres. En la Iglesia hay un excepcional Calvario de Esteban Jordán. Convento de San José: Es la primera Fundación de Carmelitas Descalzas fuera de Ávila. La Iglesia se construyó en 1603. En una Sala-Museo se conservan reliquias y objetos de Santa Teresa.Iglesia de Santiago: Templo de estilo jesuítico de mediados del siglo XVI. Artísticamente es una de las parroquias más ricas de Medina. Conserva una Capilla relicario del siglo XVII. |
La familia Fonseca en 1440 comenzó a levantar Castillo de la Mota sobre la esquina de un antiguo recinto árabe. La construcción fue dirigida por arquitectos mudéjares, con un novedoso diseño marcado por el foso, la barbacana que rodea el conjunto edificado, y la Torre del Homenaje con 40 metros de altura en cinco pisos. El Castillo de la Mota consta de dos recintos y tiene su acceso mediante un puente levadizo. El recinto exterior, de estilo mudéjar, donde preside el escudo de armas de los Reyes Católicos, rodea la fortaleza. Este recinto alberga los almacenes, las mazmorras y gran número de galerías subterráneas y pasadizos. El recinto interior se estructura en cuatro torres y un Patio de Armas cuadrado, alberga las habitaciones del castillo, bodegas, cuadras, capilla, etc. Destacar el famoso Mirador de la Reina, una cámara del siglo XV cubierta por una espectacular bóveda policromada. |
Medina del Campo es Conjunto Histórico Artístico desde el 14 de octubre de 1978 por conservar un extraordinario Patrimonio Monumental, en especial su extraordinario Castillo de la Mota iniciado por el rey castellano-leonés Juan II (1406-1454). Durante el reinado de los Reyes Católicos (1469-1504) se llevaron a cabo importantes reformas, quedando rematado en 1493 su perfil definitivo. Anteriormente la fortaleza había sido testigo episodios sucesivos durante el reinado de Pedro I 'El Cruel' (1350-1369) - último rey castellano de la Casa Borgoña, hijo de Alfonso XI 'El Justiciero' y de María de Portugal (hija de Alfonso IV de Portugal) - lugar de cautiverio de César Borgia, de Fernando de Aragón 'Duque de Calabria' y Hernando Pizarro. |
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El Patio de Armas del Castillo de la Mota se organiza por medio de tres crujías que se abren al patio por una serie de arcos apuntados, reproduciendo las trazas originales de las dependencias del Castillo. Defendiendo la puerta de entrada del Patio de Armas, la Torre del Homenaje, de planta cuadrada, con 38 metros de altura y 13 m de ancha en cada lado de su perímetro exterior. En la actualidad la Torre del Homenaje consta de cinco plantas: La primera y segunda están reconstruidas, octogonales, con bóveda plana. La tercera planta, también reconstruida, es un cuadrado con bóveda de plena cimbra. Se alza la más bella e interesante de todas, la cuarta planta, reformada por una estancia de planta cuadrada que se transforma en un octágono mediante semibóvedas de aristas o trompas, que cierran los ángulos del cuadrado y después de un polígono de dieciséis lados montado en una arquería volada de planta triangular, abriéndose cada arquito sobre una base que va disminuyendo desde arriba hacia abajo hasta finalizar en punta. La quinta planta también es de planta cuadrada y bóveda de claustro, transformándose en un octágono por medio de unas pechinas planas situadas en los ángulos del cuadrado. En la plataforma de la Torre del Homenaje hay matacanes a lo largo de cada una de sus fachadas, protegidos por ocho garitones que forman ángulos entrantes en ésta. En el centro se erige la torre del caballero de arcos de medio punto. |
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La Capilla de Santa María del Castillo, estilo románico-mudéjar, situada bajo tierra, se accede a ella por medio de unas escaleras que parten del Patio de Armas. El Altar Mayor es muy sencillo, en el centro un Cristo de marfil crucificado del siglo XVI en una cruz de forja, debajo un retablo dorado con bajorrelieves que evocan a San Raimundo de Fitero, Santiago Apóstol, San Fernando, Santa Teresa de Jesús, San Isidro y San Isidoro. En los laterales, las imágenes de Santa María del Castillo y San José talladas en cerezo, obra del escultor José Clara. Señalar que en el suelo se encuentra la losa del primer sepulcro de José Antonio de Rivera cuando descansó en El Escorial. |
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