Archibasílica San Juan de Letrán (S. Giovanni In Laterano), Portal Fuenterrebollo

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ARCHIBASÍLICA SAN JUAN DE LETRÁN (S. GIOVANNI IN LATERANO)

Fachada barroca de la Archibasílica San Juan de Letrán (S. Giovanni In Laterano), completada por Alessandro Galilei en 1735.

La Basílica de San Juan de Letrán (Archibasilica Sanctissimi Salvatoris) es la más antigua de las otras tres Basílicas mayores de Roma (Basílica de San Pedro del Vaticano, Basílica de San Pablo Extramuros y Basílica de Santa María la Mayor). Consagrada en el año 324 por el Papa San Silvestre, por ser sede episcopal del Papa, primado de todos los obispos, tiene el título honorífico de ' OMNIUM URBIS ET ORBIS ECCLESIARUM MATER ET CAPUT' (madre y cabeza de todas las Iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra). Construida en tierra de los Lateranos (familia noble caída en desgracia bajo el imperio de Nerón) que pasó al dominio imperial.

El Palacio era conocido como 'Domus Faustae', cuando el emperador Constantino I se casó con su segunda mujer Fausta (hermana de Marco Aurelio Valerio Majencio, emperador 306-312). En la Batalla del Puente Milvio (28 de octubre de 312), el emperador Constantino I derrotó al emperador Majencio, derivando con el fin de la Tetrarquía (donde el poder lo ejercían cuatro personas 'tetrarcas'), convirtiendo a Constantino I como la máxima autoridad de los territorios occidentales del imperio, mientras que su cuñado Flavio Galerio Valerio Liciniano era emperador de las provincias orientales.
La Batalla de Milvio se convierte en un punto de partida para la historia del cristianismo, historiadores romanos atribuyen la victoria de Constantino a la intervención divina). Después de la batalla, Domus Faustae pasó a ser propiedad de Constantino I.

A comienzos del siglo IV, cuando cesaron las persecuciones contra los cristianos, Constantino I cedió el Palacio al Papa Melquíades. El Palacio de Letrán fue sede de la Iglesia Católica hasta el siglo XIV, cuando trasladaron la residencia al Vaticano, tras su paso por la Corte de Aviñón (Francia), periodo conocido como 'Cautiverio de Babilonia'.
A finales del siglo XVI, el Papa Sixto V (1585-1590) se encargó de demoler la mayor parte del entramado de edificios que se había formado en la histórica sede de Letrán, solo quedó la antigua Basílica y unos pocos restos.

La Basílica consta de cinco naves, remodeladas por Francesco Borromini entre (1646-1649). En el crucero se encuentra el tabernáculo cobijando al altar, donde solo oficia misa el Papa (Obispo de Roma). El ábside, de estilo gótico, con mármoles y piedras preciosas, es una reconstrucción del siglo XIX. El hermoso claustro, con columnas en espiral y mosaicos en mármol de colores, fue levantado por la familia Vassalletto en 1230. El Baptisterio es un edificio independiente de planta octogonal, con forma de los baptisterios de los primeros siglos cuando el bautismo se hacia por inmersión, tiene una piscina donde el neófito se sumergía para salir por el lado opuesto. Próximo a la Basílica, el edificio que alberga a la 'Escalera Santa', con escalones traídos de Tierra Santa, que según la tradición son por los que subió Jesucristo en al Palacio de Poncio Pilato.

La Basílica de San Juan de Letrán tiene dos fachadas: La fachada principal (1735), obra de Alessandro Galilei, queda coronada por una balaustrada con Jesucristo y varios santos. La fachada secundaria, junto al Obelisco, se orienta hacia el Coliseo y la Basílica de Santa María la Mayor.
Destacar: Los Portones de ingreso, puertas originales de la Curia del Senado (Foro Romano). La tumba de Martín V (Pontífice que restableció la Sede en Roma, tras el exilio de Aviñón), con losa de bronce. El Ciborio (siglo XIV) construido por los papas franceses de Aviñón. El 'Fresco del Jubileo', obra de Giotto, que representa al Papa Bonifacio VIII proclamado en el primer Jubileo del año 1300. La Capilla Corsini, obra de Alessandro Galilei. El Mosaico del Ábside, copia del siglo XIX del mosaico original (destruido al retranquear el Ábside). El Claustro cosmatesco, obra de la familia Vassalleto en el siglo XVIII.

Fachada barroca de la Archibasílica San Juan de Letrán (S. Giovanni In Laterano), completada por Alessandro Galilei en 1735.

La Basílica de San Juan de Letrán es la Catedral de Roma, conocida como San Giovanni in Laterano, dedicada a Cristo Salvador, se comenzó a construir por orden del papa Melquíades en el año 311, y después de variados sucesos, se reconstruyó finalmente en el 846, tras un fuerte terremoto, con el Papa Sergio II, dedicándosela a San Juan Bautista.
En el interior, sobre el altar, destacan las cabezas de San Pedro y San Pablo cubiertas de plata, con enormes esculturas de cada apóstol, y bonitas capillas en los laterales. La decoración y arquitectura es obra de Borromini. Sobresale el Altar Papal, dispuesto frente a la puerta lateral de la Iglesia. En el Ábside, un llamativo mosaico, copia del original medieval, que simboliza mediante agua, el acto sacramental del bautismo.
El canónigo de honor de Dan Juan de Letrán es el Presidente de la República Francesa, según una tradición del siglo XVII.

Flavio Valerio Aurelio Constantino 'Constantino I', hijo de Constancio Cloro y de Helena (Santa de las Iglesias Católica y Ortodoxa)Flavio Valerio Aurelio Constantino, conocido como Constantino I, Constantino el Grande, San Constantino en la Iglesia Ortodoxa, las antiguas Iglesias Orientales y la Iglesia bizantina griega. Constantino I con el Edicto de Milán (313) legalizó la religión cristiana, convocó el Primer Concilio de Nicea (325) otorgando por primera vez la legitimidad al cristianismo en el Imperio Romano. Conocido también por haber refundado la ciudad de Bizancio (actual Estambul, Turquía), llamándola 'Nueva Roma' o Constantinopla (Constantini-polis, ciudad de Constantino).

Flavio Valerio Aurelio Constantino 'Constantino I', hijo de Constancio Cloro y de Helena (después Constancio se casó en segundas nupcias con Flavia Maximiana Teodora, hija del emperador romano de occidente Maximiano, con quien tuvo seis hijos).

A principios del siglo IV, el imperio romano estaba regido por una Tetrarquía - dos Augustos (Diocleciano y Maximiano) y dos Césares (Constancio Cloro y Galerio) -. Flavio Valerio, tras el nombramiento de su padre como uno de los Césares de la Tetrarquía (293), sirvió en Nicomedia en la corte de Diocleciano. En el año 305, renuncian los Augustos Diocleciano y Maximiano, los dos Césares ascendieron a Augustos y dos oficiales ilirios fueron nombrados Césares.

El gobierno romano quedo estructurado de la siguiente forma: En occidente, Constancio Cloro (Augusto) y Severo II (César). En oriente, Galerio (Augusto) y Maximino Daya (César).
En occidente, el Augusto Constancio Cloro enfermó en una expedición contra los pictos en Caledonia, falleciendo el 25 de julio de 306. Su hijo, Flavio Valerio Aurelio Constantino fue proclamado Augusto por las tropas leales a la memoria de su padre. En oriente, el César Severo II era proclamado Augusto por Galerio. En el año 306, Roma nombra emperador a Majencio (hijo del tetrarca Maximiano), Maximiano regresa a la escena política reclamando el título de Augusto.

Se abre un período de confusión de veinte años de conflicto, hay cuatro Augustos (Constantino, César Severo, Majencio y Maximiano) y un César (Maximino Daya). En el año 307, Severo II fue traicionado por sus tropas siendo asesinado en Tres Tabernas. Mientras que Constantino y Maximiano llegan a una alianza. Al final del 307 había cuatro Augustos (Constantino, Majencio, Maximiano y Galerio) y un César (Maximino Daya).
En el año 310, a pesar de la mediación de Cayo Aurelio Valerio Diocleciano (emperador entre 284-305), la situación era mucho más enrevesada, había siete Augustos (Constantino, Majencio, Maximiano, Galerio, Maximino, Licinio y Domicio Alejandro), Licinio fue introducido por Diocleciano y el vicario de la provincia de África Domicio Alejandro se autoproclamó Augusto.
En este período convulso comenzaron a desaparecer candidatos: Entre (309-311), Domicio Alejandro fue asesinado por orden de Majencio. En el verano de 310, Maximiano fue obligado a suicidarse por Constantino. A principios de mayo de 311, Cayo Galerio Valerio Maximiano falleció por causas naturales.

En el período (311-313) quedó una Triarquía (Constantino, Licinio y Maximino Daya). Tras la muerte de Galerio, Licinio y Maximino se dividieron los territorios controlados por el difunto tetrarca, quedando Maximino controlando la provincia de Bitinia. En la primavera de 312, Marco Aurelio Valerio Majencio, relegado por los tres Augustos restantes, fue derrotado en varias batallas y finalmente vencido por las tropas de Constantino en la batalla del Puente Milvio (28 de octubre de 312), en las afueras de Roma.
Maximino Daya había formado alianza con Majencio, que controlaba Italia, la alianza enfureció a Licinio y atacó a las fuerzas de Maximino, que fue derrotado en la batalla de Tzirallum. Maximino huyó a Nicomedia y a Tarso donde encontró la muerte entre julio/agosto de 313.
El imperio romano entre (314-324) se convertía en una Diarquía, quedando Licinio en occidente y Constantino en oriente. Tras enfrentamientos iniciales en el año 317 se firmaba la paz en Serdica, ambos Augustos nombraban Césares entre los miembros de su familia. El 3 de julio de 324, Constantino derrotó a Licinio en la Batalla de Adrianópolis. Tras la retirada de Licinio a Bitinia, fue derrotado definitivamente en la Batalla de Crisópolis (18 de septiembre de 324).
Desde últimos de 324 hasta su muerte en Britania el 22 de mayo de 337, Constantino I representa el poder absoluto y hereditario, antes de su muerte se bautizo como un cristiano.

Al poco de obtener la victoria de la Batalla del Puente Milvio (28 de octubre 312), Constantino entrego al Papa Silvestre I el Palacio que habla pertenecido a la familia de los Plaucios Lateranos para construir una Basílica de culto cristiano. El edificio se construyó sobre los cuarteles de la Guardia Pretoriana de Majencio, convirtiéndose en sede Catedralicia dedicada al Salvador, substituida más tarde por la Basílica de San Juan de Letrán. - Con motivo de la victoria de la Batalla del Puente Milvio, en el año 315 se construyó el Arco de Constantino. El Arco Triunfal está decorado con imágenes de la Victoria con trofeos y sacrificios a los dioses (Apolo, Diana y Hércules), no contiene ningún símbolo cristiano -. En el año 324, Constantino hizo levantar otra Basílica en la Colina del Vaticano, lugar donde martirizaron a San Pedro. En el año 326, apoyó económicamente la construcción del Santo Sepulcro de Jerusalén.

En febrero de 313, los Augustos de Occidente y Oriente, Constantino I y Licinio, se reunieron para promulgar el Edicto de Milán (Edictum Mediolanense), conocido también como 'La tolerancia del cristianismo', con él se retiró las sanciones por profesar el cristianismo y se devolvieron las propiedades confiscadas a la Iglesia católica. Con el edicto se permitía adorar a la divinidad que se eligiera. En el momento de la promulgación del Edicto habían cerca de 1500 sedes episcopales. Anteriormente al Edicto de Milán, el Augusto Galerio había promulgado en 311 un Edicto similar que concedía el derecho de practicar la religión cristiana, aunque no incluía la devolución de ñas propiedades confiscadas durante las persecuciones.
Con el Edicto de Milán se abría el camino para la expansión del cristianismo, incluyendo el derecho a competir con los paganos en el 'Cursus Honorum' para las altas magistraturas del gobierno, otorgando privilegios como la exención de ciertos impuestos al clero. Se permitía la construcción de nuevas Iglesias y se otorgaba poder a los Obispos que adoptaban posturas políticas en temas públicos. De otra parte, Constantino I retenía el título de 'Pontifex Maximus' hasta su muerte. - El cristianismo se convertiría en religión oficial del Imperio Romano con el Edicto de Tesalónica (Cunctos Populos), decretado el 28 de febrero de 380 por emperador Teodosio I 'El Grande', nacido en Coca (Segovia) -.

La Iglesia cristiana en el 314 ataca a los paganos, en el Concilio de Ancyra se denuncia el culto a la diosa Artemisa. En el 319 se prohibió la construcción de estatuas a los dioses y que se rindiera culto a los existentes, templos paganos fueron destruidos por hordas cristianas y sus sacerdotes fueron asesinados. Entre (316-326) se proclaman disposiciones que favorecen al cristianismo (se otorga jurisdicción a los Obispos, se prohibieron la haruspicia, la magia y los sacrificios privados), son desahuciados los paganos del Monte Athos (al norte de Grecia) y destruidos los templos paganos de ese lugar.
Las controversias de la Iglesia (existentes entre los cristianos desde mediados del siglo II) eran aireadas en público y, a veces, de forma violenta. Constantino I, considerando que su deber como emperador (designado por Dios para ello) era calmar los desórdenes públicos, convocó el Primer Concilio de Nicea (20-25 de julio de 325) para acabar con las diferencias doctrinales (en especial, el arrianismo) - historiadores defienden que la principal preocupación era la unidad del Imperio, que podía ser resquebrajada con las divergencias de la Iglesia, que impulsó la doctrina de la Santísima Trinidad presionando a los Obispos del Concilio -. En el Primer Concilio de Nicea, sin la presencia del Papa Silvestre I, se formaron discusiones de carácter teológico como la veneración a María, a las imágenes religiosas, la Trinidad y la naturaleza de Cristo. La no presencia de Silvestre I generó la idea de que Constantino I establecía una nueva religión, con mezcla de elementos paganos y cristianos. No obstante, éste fue el Primer Concilio Ecuménico (universal) con la participación de unos trescientos Obispos, una minoría cuando en el Imperio Romano había cerca de mil Obispos.

En el año 326, Constantino I, siguiendo instrucciones de su madre Santa Helena, destruye el templo de Asclepio (en Aigeai de Cilicia) y muchos de la diosa Afrodita en Jerusalén, en Afka (Líbano), en Fenicia, Mambre, etc. En el 330 roba los tesoros y estatuas de los templos paganos de Grecia parta decorar Nova Roma (Constantinopla), la nueva capital del Imperio Romano.

Constantino I, además de reunificar el Imperio, obtuvo importantes victorias militares, entre (306-308) sobre francos y alemanes, visigodos (332) y sármatas (334). En el 336 recuperó la mayor parte de la provincia de Dacia, abandona por Aureliano en el 271. En el 337 planeaba una expedición contra el Imperio Sasánida para poner fin a su rapiña en las provincias del este.

Constantino I fue conocido por su falta de piedad, en 325 ejecutó a su cuñado Licinio (Augusto Oriental) cuando había prometido públicamente no hacerlo antes de su rendición, en 326 ejecutó a su hijo mayor Crispo (de su primera mujer Minervina) y a los pocos meses a su segunda esposa Fausta. Hay rumores, poco documentados, entre una relación entre Crispo y su madrastra Fausta, también de una acusación de Fausta diciendo que Crispo era anticristiano. Parece que Constantino I vivió atormentado toda su vida por la ejecución de Crispo.

En el terreno militar, continuó la reforma introducida por Diocleciano separando el poder civil y militar. Redujo el tamaño de la Legión (1000 soldados). Transformó el sistema de frontera fortificada en un sistema de defensa elástica mediante la formación de una gran reserva central (Comitatenses Palatini), fortaleciendo la caballería (Scholae Palatinae) en lugar de la disuelta Guardia Pretoriana y el detrimento de las tropas de frontera (Limitanei).
En la jerarquía de las tropas, los Palatini se encontraban por debajo de los regimientos de caballería de elite (Scholae Palatinae) y por encima de los regimientos regionales (Comitatenses) y de las tropas fronterizas (Limitanei). El mando del nuevo ejército era compartido por dos mariscales de campo.

Se promulgaron leyes que mejoraban situaciones anteriores: Se abolió la crucifixión. Se limitó el derecho de los propietarios de esclavos, aunque podía golpearlo o matarlo, no se permitía tenerlos en completa oscuridad. Se ordenó la pena de muerte para los que recaudaran más impuestos de los autorizados. Los padres no podían permitir que sus hijas fueran seducidas, bajo la pena de ser quemados con fuego introduciéndoles plomo fundido por la garganta. La Pascua podía celebrarse públicamente, estableciendo el primer domingo tras la luna llena que sigue al equinoccio de primavera del hemisferio norte. Se declaró al domingo como día de reposo (el primero fue el 7 de marzo del 321), permaneciendo cerrados los mercados, las oficinas públicas y talleres.

Estatua en bronce Constantino I, Museo Vaticano.

Le sucedieron tres hijos de su matrimonio con Fausta: Constantino II, Constante y Constancio II. El reparto del Imperio era exclusivamente administrativo, el mayor de los hijos, Constantino II era el encargado de mantener a los otros dos (Constante y Constancio II) supeditados a su voluntad. Nombró Césares a sus sobrinos Dalmacio y Anibaliano. El último miembro de la dinastía fue su yerno Juliano, que trató de restaurar el paganismo.

Interior de San Juan en Laterano.

Archibasilica Sanctissimi Salvatoris et Sancti Iohannes Baptista et Evangelista in Laterano Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput.

En el Ábside de la Basílica de San Juan de Letrán destacan los conjuntos decorativos paleocristianos más antiguos de Roma, tras el arco de triunfo que separa el transepto de la capilla mayor luce un extraordinario conjunto decorativo, presidido por la Cruz como símbolo de la victoria de Cristo. Sobre la Cruz un cielo presidido por las figuras de la Trinidad, acompañadas por ángeles en ambos lados. En la tierra, sobre un conjunto dorado, la Cruz es fuente de los cuatro ríos del Paraíso, donde van a beber los ciervos. Los grupos de santos que acompañan a la Cruz van encabezados por La Virgen y San José. El hieratismo y la influencia bizantina caracterizan a las diversas figuras.
El mosaico del Ábside es copia del medieval, con el simbolismo del agua que con referencia al Bautismo renueva y recrea todas las cosas. El mosaico original del siglo XIII fue encargado por el Papa Nicolás IV (1288-1292), plasmando su procedencia franciscana con dos figuras pequeñas (San Francisco y San Antonio de Padua) a los lados de María y San Juan Bautista. El mismo Nicolás IV es representado a los pies de la Virgen, arrodillado en actitud de ofrenda.
El aspecto actual del Presbiterio y el Ábside son el resultado de una completa reconstrucción realizada bajo el pontificado de León XIII (1878-1903).

Triclinio Leoniano, junto al Sancta Sanctorum, en Piazza di San Giovanni in Laterano.