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DICCIONARIO DEL CAMPO ARAÑUELO TOLEDANO (José Castaño Álvarez)

El 28 de abril de 2007, en la localidad toledana de Herreruela de Oropesa, el doctor José Castaño Álvarez presentó a su pueblo el 'Diccionario Arañuelo Toledano', una obra excepcional, con carácter modélico y un cuidadoso proceso de elaboración.
La presentación oficial del Diccionario tendrá lugar en Oropesa el día 30 de abril de 2007.

La obra tiene como referencia básica a la localidad de Herreruela de Oropesa, villa natural del autor, aunque incluye materiales lexicográficos relativos a los quince pueblos que conforman el Campo Arañuelo Toledano, como Lagartera, Torralba, Valdeverdeja, y Torrico.

En la presentación, el profesor José Castaño destaca la dificultad, y aún la práctica imposibilidad, de poner puertas al habla viva y de singularizar la de un pueblo de la comarca frente a la de otro, a veces sólo distinguible por mínimas variaciones fonéticas o finísimos matices de significado.

La parte esencial de la obra está constituida por el diccionario propiamente dicho, que incluye 3518 entradas. Y a propósito de él conviene notar en primer término la cuidada, rigurosa, exhaustiva y nítida estructura de los artículos que lo componen. Además de la información sobre la categoría gramatical de la palabra y, en su caso sobre su pronunciamiento, se nos ofrece una definición que evita el contexto situacional (el que aparece en algunos diccionarios al comienzo de una definición) y que sólo apela al contorno lingüístico en el caso de los adjetivos, empleando para ello construcciones del tipo de 'Dicho de', 'Referido a ', 'Aplicado a'. También, en abundantes ocasiones, se agregan frases recogidas del habla efectiva, que autorizan el significado de la expresión definida: así, tras definir la locución adverbial A haces como Hasta el borde se añade la expresión Estaba el estercolero a haces.

Un apartado sustancioso de muchos artículos lo constituyen el comentario lingüístico. Abarca éste desde el contraste y cotejo con la información de otros diccionarios y repertorios, hasta comentarios sobre uso y vigencia, pasando por indicaciones sobre la etimología aventurando a veces algunas hipótesis al respecto.

Las entradas al diccionario se seleccionan fundamentalmente por su singular peculiaridad: voces que no se registran en otros repertorios, variantes geográficas, variantes fonéticas que no cabe considerar como vulgarismos, palabras empleadas en acepciones no recogidas en los diccionarios al uso, etc. Es preciso destacar que una parte importante de las entradas (583) está constituida por expresiones complejas o locuciones, la inmensa mayoría de ellas no registradas en el DRAE (Diccionario de la Real Academia de la Lengua). Este último dato resulta especialmente valioso, dado el relativo olvido del que suelen ser objeto tales unidades léxicas complejas, así como la dificultad de su tratamiento. Y tal vez en esto consista, justamente, una de las aportaciones más estimables de esta obra: en la gran atención prestada a estas expresiones y en el modo de resolver el acceso a su consulta. Así, a una determinada locución se puede acceder por dos, tres y hasta cuatro entradas. Por ejemplo, a la expresión A niño anda podemos llegar desde a, desde niño, y desde anda. Según vemos en este caso de las locuciones, no se han escatimado medios para hacer cómoda la consulta al diccionario. Y es que un complejo, riguroso y, a la vez, transparente sistema de entradas directas e indirectas, notaciones, envíos y superíndices facilita el manejo de la obra.

Llama la atención las definiciones de carácter 'enciclopédico' de algunas voces que designan realidades del mundo rural en progresivo desuso (correo, arado, tapial, etc.) o juegos tradicionales (cirio, hurda, pídola, etc.). En estos casos, frente a una intención puramente lingüística, se ha hecho valer la voluntad etnográfica de salvar para el futuro el conocimiento de la 'cosa' denotada por la palabra en cuestión.

En primer término, <<El habla de la comarca: caracterización general>>, una pequeña pero excelente monografía, que bien pudiera haber sido objeto de publicación autónoma. En efecto, en unas densas páginas se estudia de modo sistemático la lengua de la comarca en sus diferentes planos (fonético, morfológico, sintáctico, léxico y semántico). Estos dos últimos asuntos se abordan, por claridad expositiva, en los Índices, capítulos VI y VII respectivamente: <<Índices lexicográficos>> e <<Índices temáticos>> al final del libro y previos a la Bibliografía. Los índices, extensísimos, informan cómodamente al lector sobre los asuntos lexicográficos más variados y sobre las esferas conceptuales en que se pueden agrupar dicho léxico. En segundo lugar, la Bibliografía, capítulo VIII, que recoge las 164 obras con las que se ha trabajado, desde los diccionarios más usuales (el de la Real Academia, el de María Moliner, el Diccionario crítico y etimológico de Corominas-Pascual) hasta los más variados tesoros, repertorios, glosarios y vocabularios dialectales (toledanos, extremeños, salmantinos, leoneses, segovianos, conquenses, sorianos, albaceteños, murcianos, andaluces, riojanos, navarros, aragoneses, andaluces, canarios, hispanoamericanos). Y es que lo que bien podría haberse limitado a una ordenada enumeración de todos estos repertorios léxicos, se ha convertido - gracias a los oportunos comentarios previos - en una bibliografía descriptiva y crítica: además de especificar el grado en que cada una de las referidas obras se ha empleado, se describen la extensión, contenido y método de cada una de ellas, y se formula un juicio sobre su valor y utilidad.

Por último las 28 páginas de dibujos a plumilla de Luis Álvarez Amor y el lúcido prólogo de carácter etnográfico que de ellos hace Consolación González Casarrubios, Técnica Superior de Etnografía del Museo de Artes y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid.

Estas ilustraciones - que representan enseres del hogar, aperos de labranza, piezas de cerámica, puertas y ventanas, hastiales y tapias, pilones y brocales de pozos y, en fin, variadas muestras de la arquitectura rural de los pueblos de la comarca - constituyen un estimable complemento visual de este gran repertorio léxico que gana así en claridad y evidencia pedagógica. Las palabras nos llevan, de este modo, a las cosas y, en cierta manera, cobran cuerpo y se anclan en unos objetos precisos y en un paisaje concreto.

Señalar que después de una introducción del Vicepresidente de la Diputación de Toledo, el Diccionario del Campo Arañuelo Toledano se encuentra prologado por Ramón Cao Martínez, doctor en filología románica y catedrático de lengua y literatura española.

El profesor José Castaño Álvarez presenta 'El Diccionario del Campo Arañuelo Toledano' en su localidad natal de Herreruela de Oropesa. A la izquierda, Consolación González Casarrubios (Museo de Artes y Tradiciones Populares de la UAM) - Portal FuenterrebolloEl profesor José Castaño Álvarez presenta 'El Diccionario del Campo Arañuelo Toledano' en su localidad natal de Herreruela de Oropesa. A la izquierda, Consolación González Casarrubios (Museo de Artes y Tradiciones Populares de la UAM).

El profesor José Castaño Álvarez presenta 'El Diccionario del Campo Arañuelo Toledano' en su localidad natal de Herreruela de Oropesa - Portal FuenterrebolloEl profesor José Castaño Álvarez presenta 'El Diccionario del Campo Arañuelo Toledano' en su localidad natal de Herreruela de Oropesa.

ILUSTRACIONES DEL DICCIONARIO DEL CAMPO ARAÑUELO TOLEDANO (Luis Álvarez Amor)

En la presentación del 'Diccionario del Campo Arañuelo Toledano', Consolación González Casarrubios hizo especial mención a las ilustraciones elaboradas por Luis Álvarez Amor (excepto la correspondiente a la iglesia de Caleruela, plasmada por Jaime Corregidor Camacho).

Hizo hincapié en que los saberes populares y objetos utilizados por el ser humano, forman parte del Patrimonio Etnográfico, cuya documentación es de suma importancia, de hecho, el no llevarlo a cabo, ha supuesto, que, estos bienes, insignificantes pero imprescindibles en una sociedad preindustrializada, al caer en desuso hayan desaparecido o queden relegados y desconocidos para futuras generaciones, cayendo en el olvido más absoluto.

Consolación González se refirió como este fenómeno negativo no se ha producido, afortunadamente, en el Campo Arañuelo Toledano gracias al profesor José Castaño, quien de forma discreta, pero constante y sistemática, no solo ha ido recogiendo todo aquello ligado a la vida tradicional de la comarca , sino que lo ha documentado de forma pormenorizada, y debidamente estructurada.

Para poder realizar dicha documentación, basada en la dialectología, se ha servido de sus conocimientos en el campo de la lingüística, disciplina en la que ha demostrado ser un experto, dada su formación académica, lo que ha expuesto en sus años de docente y como investigador.

La recopilación de términos, plasmada en este Diccionario, que ahora ve la luz, sin duda, alcanza un doble interés. Por una parte, como recordatorio para quienes utilizaron esos localismos y por otra para hacer comprender su significado a las jóvenes generaciones que por encontrarse en una sociedad industrializada e inmensos en una cultura globalizadora, los han oído pronunciar a sus mayores, pero les resultan vacíos de contenido y cuyo significado nunca hubieran podido saber, de no ser por ese interés y dedicación de José Castaño, forjado en esta obra.

A esta publicación, de gran interés por sí sola, hay que añadirle otro valor generado gracias a las ilustraciones que lo acompañan, creadas por las manos de Luis Álvarez Amor.

Acerca de dichas ilustraciones, podemos decir, sin peligro a equivocarnos, que, constituyen un documento etnográfico de gran valor, ya que la minuciosa descripción del término lingüístico hecha por José Castaño se enriquece con los apuntes de Luis Álvarez.

Este incremento, por ejemplo, se aprecia en términos tan insignificantes como el de humero, que significa "primera parte del tiro de la chimenea ... Se corresponde con la parte más ahumada". A dicho localismo le acompañan doce apuntes que reflejan distintos tipos de chimeneas, de diferentes pueblos, plasmados maravillosamente gracias a la pluma de tan insigne dibujante.

Pero a los ojos de este acreditado artista no han pasado inadvertidos otros elementos arquitectónicos como por ejemplo el portón o 'puerta carretera' ... donde solamente en la Calzada refleja una variedad de diez puertas de este tipo.

Otras construcciones tan comunes y necesarias, en tiempos pasados, como son los pilones o los pozos, tampoco pasan inadvertidos a los ojos de Luis Álvarez, que los copia con sumo detalle y minuciosidad dejando constancia de las pequeñas variaciones que presentan.

Junto a estas arquitecturas tan insignificantes, aparecen los monumentos más emblemáticos del Campo Arañuelo Toledano, tales como iglesias, puentes, calzadas, que el lector puede recorrer a vuelo de pájaro en las numerosas ilustraciones que se muestran en la última página de este cuadernillo.

Pero la documentación gráfica que completa este Diccionario, va más allá, y así se puede conocer como eran, por ejemplo, algunos de los enseres domésticos, imprescindibles en el hogar, diversas actividades artesanales, destacando la cerámica con las inconfundibles piezas de Valdeverdeja o las curiosas decoraciones de Puente del Arzobispo donde minuciosamente dibuja el mazorco o 'decoración floral ... '. O los famosos bordados y deshilados conocidos por los faroles, narices, ramos, soles ...

Tampoco se olvida de recordar aquellos aperos agrícolas, actualmente olvidados, pero tan necesarios, para ejecutar las tareas del campo, antes de su mecanización. E incluso, en las ilustraciones de algunos de estos útiles se detalla como se denominaban cada una de las partes, por ejemplo, del arado o del carro, localismos, que de no haber sido recogidos por la paciente labor de José Castaño y dibujados por Luis Álvarez, hubieran caído en el olvido, incluso entre quienes en su juventud los utilizaron y sabían como designarlos.

La indumentaria tampoco queda en el olvido, para este insigne dibujante y así refleja algo tan insignificante, pero a la vez tan curioso, como son las distintas formas de colocarse la mujer el pañuelo sobre la cabeza, recibiendo una denominación diferente para< cada una de ellas.

Consolación González termina la presentación felicitando a José Castaño, por tan ingente y magnífica obra y al dibujante Luis Álvarez, por su cooperación, tan loable, a este obra, que la enriquece y completa. Y, por supuesto, a todos los hombres y mujeres del pueblo de Herreruela y resto de las poblaciones del Campo Arañuelo Toledano, que han aportado sus conocimientos y mostrado aquellos enseres arrinconados en los desvanes o atrojes, de forma anónima y desinteresada, sin cuya contribución, estos autores no hubieran podido realizar tan insigne obra.

Consolación González Casarrubios, Técnico Superior de Etnografía del Museo de Artes y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid, expone que las Ilustraciones del Diccionario elaboradas por Luis Álvarez Amor constituyen un documento etnográfico de gran valor - Portal FuenterrebolloConsolación González Casarrubios, Técnico Superior de Etnografía del Museo de Artes y Tradiciones Populares de la Universidad Autónoma de Madrid, expone que las Ilustraciones del Diccionario elaboradas por Luis Álvarez Amor constituyen un documento etnográfico de gran valor.

Consolación González Casarrubios presenta en Herreruela de Oropesa, localidad natal de José Castaño Álvarez, las Ilustraciones del Diccionario del Campo Arañuelo Toledano - Portal FuenterrebolloConsolación González Casarrubios presenta en Herreruela de Oropesa, localidad natal de José Castaño Álvarez, las Ilustraciones del Diccionario del Campo Arañuelo Toledano.

FIESTA POPULAR EN LA PRESENTACIÓN DEL DICCIONARIO DEL CAMPO ARAÑUELO TOLEDANO (José Castaño Álvarez)

Al finalizar la presentación del 'Diccionario del Campo Arañuelo Toledano', comienza una Fiesta Popular con canciones tradicionales y una pequeña obra de Teatro donde se utilizan distintos localismos y arcaísmos toledanos - Portal FuenterrebolloAl finalizar la presentación del 'Diccionario del Campo Arañuelo Toledano', comienza una Fiesta Popular con canciones tradicionales y una pequeña obra de Teatro donde se utilizan distintos localismos y arcaísmos toledanos.

Canciones Populares en la presentación del 'Diccionario del Campo Arañuelo Toledano', Herreruela de Oropesa (Toledo) - Portal FuenterrebolloCanciones Populares en la presentación del 'Diccionario del Campo Arañuelo Toledano', Herreruela de Oropesa (Toledo).

Canciones Populares en la presentación del 'Diccionario del Campo Arañuelo Toledano', Herreruela de Oropesa (Toledo) - Portal FuenterrebolloCanciones Populares en la presentación del 'Diccionario del Campo Arañuelo Toledano'.

ALGUNAS ILUSTRACIONES DEL DICCIONARIO DEL CAMPO ARAÑUELO TOLEDANO (Luis Álvarez Amor)
Diccionario (José Castaño Álvarez)

Ilustraciones y Diccionario Campo Arañuelo Toledano (Autor: José Castaño Álvarez) - Portal Fuenterrebollo

1. Yugo de vacas para arar con barzón.

2. Horcate rústico de encina.

3. Cencerro y badajo.

4. Horcate.

5. Calabaza para agua.

6. Rastro de las parvas.

7. Cuartilla para áridos.

8. Pujavante.

9. Albarda.

10. Tarro de madera para ovejas.

Yugo.- (sus) Apero de madera al que se unce la yunta de mulas o de bueyes. Va sujeto a la viga del carro por medio del ensuyo y al rabero del arado o verterera mediante el barzón y la valija. Pero ambos son diferentes. En el yudo de bueyes la camella es, por ejemplo, más abierta. El yugo de las mulas tiene, por otra parte, las costillas que permiten ceñir, encorsetar el cogote del animal. El de vacas se sujeta, además, al testuz del animal mediante la correa llamada coyunda que entrelaza los cuernos a los rebajos practicados para tal fin a la madera. El yugo de bueyes lo hacía un carretero o carpintero, mientras que el de las mulas lo elaboraba el aperador o encargado de la labranza.

Camella.- (sus) Arco o curvatura que se forma a cada extremo del yugo en el que se acopla al cuello del animal de carga.

Ensuyar.- (ver) Atar el yugo de mulas a la viga del carro valiéndose del ensuyo; esto es, la larga correa de cuero que va apretando el yugo a dicha lanza a base de pasarla por debajo de la viga y valiéndose del matagüey - estaquilla de unos quince centímetros que asoma por debajo de la viga y a la altura del galápago - El yugo de las mulas hace tope con el galápago o zoquete, pieza de madera.

Galápago.- (sus). Pieza de madera que va en la parte delantera de la viga del carro para que el yugo haga tope y no se desplace. Debajo de esta pieza, en la misma viga, va el matagüey y el dentejón. 2// Pieza de madera que se acopia en el yugo mediante dos pasadores de hierro a la altura del patrón con el fin de ensancharlo para que tenga más base sobre la viga del carro. // 3. (adj) Aplicado a personas: Granuja, tunante.

Ilustraciones y Diccionario Campo Arañuelo Toledano (Autor: José Castaño Álvarez) - Portal Fuenterrebollo

1. Yugo de mulas para arar con barzón.

2. Arado.

3. Estuche para tijeras.

4. Tijeras para esquilar.

5. Almádana.

6. Cuñas.

7. Bierna.

8. Bierno.

9. Potro de herrar vacas.

10. Sierro para cortar encinas.

Barzón.- (sus) Anillo de madera o de hierro por el que pasa el timón o rabero del arado; dicho apero, barzón, se ata en la hojalambre del yugo con la mediana, correa fuerte llamada también almediana.

Almediana.- (sus) Correa fuerte de cuero que sujeta o ata el barzón al yugo en la escotadura central de éste, llamada hojalambre.

Bierna.- (sus) Bielda o apero de labranza que se utilizaba preferentemente para cargar y descargar el carro de paja. Tiene ocho dientes y son más largos que los del bierno que lleva cuatro o seis.

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Carro.- (sus) Carruaje de dos ruedas, con una viga para enganchar el tiro - por nuestra tierra, mulas y vacas o bueyes; pocas veces yeguas o caballos -. La viga, un madero de sección cuadrada de unos veinticinco centímetros de sección y más de cuatro metros de largo, lleva en la punta una perilla por donde se agarra; un poco detrás, el dentejón donde se apoya una vez desenganchados los animales y el mozo, de mayor altura, que se encuentra hacia la mitad y al final - debajo de la tabla rejera - para que los animales puedan descansar la carga.
El
matagüey es como una estaca que va junto al galápago y al dentejón y sirve para atar bien el yugo con el ensuyo. Por encima de la viga va el galápago o zoqueta que hace tope con el yugo.
Las ruedas se componen de
llanta, puntero pina, radios, maza, estornija y cinchos.
El arca del carro lo constituyen los
limones, varales, tablones, estaquillas, garroteras, cabezales, teleras, puente, la cadena o traviesa y tabla rejera.
El eje es de hierro y va embutido en la
cañonera. Para frenar el carro se echa la galga y es la zapata el elemento que se adhiere a la rueda para detenerlo. De noche se ilumina con un farol. Se suele engrasar con tocino de mala calidad o rancio.
La viga es por lo general de álamo, al igual que las pinas, puesto que se abre menos su madera, y de faltar, encina o fresno. Los tablones son de pino.
Las dimensiones más genéricas de los carros de la comarca es como sigue:
diámetro de la rueda (164 centímetros), radio (61 cm), viga (183 cm), tentemozo trasero (95 cm), longitud de la caja (225 cm), garroteras de hierro (127 cm), caja (abajo, 95 cm - arriba, 110 cm), altura del carro (110 cm), altura de los tablones (88 cm) y longitud de los varales (263 cm).

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Aboquín.- (sus) Aro algo acampanado en la maza de la rueda del carro. Es el más ancho - de unos siete centímetros -, el más externo con lo que vuela levemente sobre la madera. Presenta una escotadura por donde se mete la estornija, en el extremo del eje de hierro del carro.

Varal (sus) Palo largo redondeado del carro, en número de dos, por donde pasan las estaquillas de los laterales del carro. Su longitud rebasa los dos metros y medio. En los extremos, los varales suelen llevar algún rebajo a modo de adorno. Así pues, los tablones del carro, que se sujetan en las estaquillas, están rematados por varales.

Cadena (sus) Palo transversal anterior y posterior del carro que encastra en las garroteras con el fin de que no se abra la caja. Así pues, cada cadena tiene dos agujeros por donde pasa la punta de la garrotera.

Cabezal (sus) Cada uno de los dos maderos transversales anterior y posterior del carro que se apoyan en los limones y la viga. En los cruces de los cabezales y los limones se levantan cuatro garroteras de hierro.

Limón (sus) Madero que, en número de dos, va paralelo a la viga del carro y que forma la base de la caja del mismo. Sobre dichos limones se apoyan, en los extremos, los dos cabezales y sobre estos las cuatro garroteras de hierro.

Puente (sus) Pieza fuerte de madera, en número de dos, sujeto a los limones del carro por donde pasa el eje de hierro a través de las consiguientes escopladuras o cajas practicadas en dicha pieza.

Estornija.- (sus) Clavija fuerte y plana con cabeza curvada que, alojada en la parte final del eje del carro, sirve para que no se salga la rueda.

Garrotera.- (sus) Pieza del carro. Cada una de las cuatro estacas de hierro que apoyadas en los cabezales del carro sirven, en cada esquina, de armazón. Por ellas pasan los tendales o varales, maderos horizontales superiores de los laterales del carro y, transversalmente, las cadenas o traviesas. La garrotera tiene una buena base - recuerda la figura del pie del que parte la pierna -, que perforada en dos o tres puntos, permite que un pasador a rosca la sujete fuertemente a los cabezales.

Compuerta.- (sus) Armazón o puerta de madera que discurre por una guía o cárcel, cerrando la caja del carro. La delantera está formada por un solo cuerpo, mientras que la trasera lo constituyen dos.

Telera.- (sus) Elementos del carro que une los limones con la viga. Estos son fuertes listones que en número de cuatro o cinco van por debajo del suelo del carro y rebasan los limones como unos cinco centímetros, por lo que sustentan la caja y dan cohesión al pértigo.

Tentemozo.- (sus) Palo cilíndrico, que en número de dos, cuelga de la viga y, al apoyarse en el suelo verticalmente, impide que el carro se caiga hacia delante o hacia atrás por lo que lo mantiene horizontalmente. Uno va en la parte delantera y el otro en la trasera. Su diámetro, como de ocho centímetros y de un metro de longitud. Cuando el carro camina, este mozo se recoge plegándose hasta colocarse en posición horizontal bajo la viga y es una cadenilla la que lo sujeta. Lo más frecuente era echar el mozo delantero.

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Muñeca .- (sus) Cilindro saliente de la puerta en su parte superior que se embute o encaja en la botonera del dintel para poder girar.

Botonera .- (sus) Rebaje cilíndrico que se hace en el dintel de una puerta rústica. En dicho rebaje se incrusta la muñeca de la puerta, de igual forma, para que esta pueda girar: se abra y cierre. El dintel solía ser de madera fuerte como la encina, el castaño, álamo, etc. Si la puerta pivota en la parte de arriba en la botonera, en la de abajo lo hace en el gorrón - de hierro - que va clavado en el larguero de la puerta y gira sobre el tejuelo también de hierro.

Gorrón .- (sus) Pieza de hierro, a modo de espiga, que clavado en las antiguas puertas de madera, en la parte inferior extrema, a derecha o izquierda, pivota sobre el quicio del tejuelo. El giro lo facilita la parte final, casi esférica, del gorrón.

Aguja .- (sus) Madero corto y embutido en la pared horizontalmente sobre el que se apoya la estructura de un tejadillo. Se apoya en la tornapunta, soporte inclinado. la aguja y la tornapunta forman una escuadra o palomilla.

Tornapunta.- (sus) Madero o rollo, que inclinado, forma parte del pendolón - estructura de madera que sustenta el tejado -. Va desde la parte de abajo de la mona a la mitad del estribo aproximadamente. En otras estructuras comprende desde la mona a la viga del caballete. En el tejadillo - tejaroz - es madero corto que va de la pared a la aguja. La aguja sostiene la estructura del tejado. En uno y otro caso va inclinada. En el primer caso la tornapunta es más larga que en el segundo.

Mona.- (sus) Madero que forma parte del pendolón. Sobre la mona se apoya la viga del caballete y se ensamblan los estribos en la parte de arriba; por abajo se acoplan las dos tornapuntas que van a morir a las tirantas. En ocasiones la tiranta y la mona van unidas por el braguero.

Estribo.- (sus) Madero o rollo que presenta la misma inclinación que la corriente del tejado. Forma parte de la estructura del pendolón. Se apoya en el extremo de la tiranta y muere en la parte de arriba de la mona.

Tiranta.- (sus) Madero de sección cuadrada o redonda que forma parte del pendolón. Va de pared a pared y sobre ella, en cada extremo, se apoya un estribo o tijera que va a morir a la mona del pendolón.

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COLOCACIÓN DEL PAÑUELO

1 - 2. Pañuelo a rodete.

3. Pañuelo a bozo o a bozal.

4. Variante de a bozo.

5. Pañuelo aliviado.

6. Pañuelo atado atrás.

Rodete, a.- (loc adv) Modo de atarse las mujeres el pañuelo puesto sobre la cabeza. Se empleaba para el pañuelo plateado. Dos picos del pañuelo se llevan hacia atrás tapando parte de las orejas. A la altura de la nuca se cruzan por debajo del pico que cuelga sobre la espalda y se llevan hacia la parte delantera de la cabeza donde se anudan. Se lo ponían de esta forma para trabajar en las tareas de la casa.

Plateado, pañuelo.- (loc nom) Pañuelo femenino grande de la cabeza, en tela de algodón, de color gris y blanco. se ponía a diario para realizar las tareas de la casa y otros menesteres agrícolas como la recogida de la bellota, de las aceitunas o llevar la comida a parveros y segadores. Anudado a rodete y a bozo o bozal servía para librarse del sol en verano o del frío en invierno.

Bozal, a.- (loc adv) Modo de atarse a la cabeza el pañuelo - el llamado plateado - que consistía en cruzarlo por delante de la cara - lo que permitía tapar la boca y la nariz - y atarlo detrás del cuello. Esta modalidad permitía no pasar frío en invierno ni que diera en la cara el sol durante el verano. También se denomina, a bozo.

Aliviado, pañuelo.- (loc nom) Pañuelo de mujer que se coloca suelto - no anudado - sobre la cabeza y cuyos picos o cantos se pliegan o doblan - especialmente los laterales - para que vayan al centro de la cabeza con lo que la mujer se alivia del calor.

MUSEO ETNOGRÁFICO DE HERRERUELA DE OROPESA

Fotos Apeos Labranza 

El profesor José Castaño Álvarez, de forma discreta y sistemática, ha ido recogiendo todo aquello ligado a la vida tradicional de la comarca y formando un Museo Etnográfico en Herreruela de Oropesa.

Junto aquellos aperos agrícolas, actualmente olvidados, pero tan necesarios, en tiempos no lejanos, para realizar las tareas del campo, se pueden contemplar útiles de cocina de nuestras abuelas, material escolar de la década de los cincuenta, así como una variada colección de elementos que conducen a la nostalgia de un tiempo pasado.

Descargando la cosecha para trillar en la era - Portal FuenterrebolloDescargando la cosecha para trillar en la era.

Hombres aventando en la era - Portal FuenterrebolloHombres aventando en la era.

Mujeres recogiendo la era y abeldando  - Portal FuenterrebolloMujeres recogiendo la era y abeldando.

Carro de labor, Herreruela de Oropesa (Toledo) - Portal Fuenterrebollo

Carro de labor, Herreruela de Oropesa (Toledo) - Portal Fuenterrebollo

José Castaño Álvarez, Santiago de la Fuente Fernández - Portal Fuenterrebollo

Reyes de Portugal - Portal Fuenterrebollo
Reyes de Portugal 

Diccionario Campo Arañuelo Toledano (José Castaño Álvarez), Portal Fuenterrebollo

    Palabras Olvidadas 

    Caló 

    Gacería 

    Teatro Herguijuela 

Diccionario Campo Arañuelo Toledano (José Castaño Álvarez), Portal Fuenterrebollo

  

Pontífices 

 

Sancho IV 'El Bravo' (1284-1295), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Sancho IV
'El Bravo'
 

Fernando IV 'El Emplazado' (1295-1312), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Fernando IV
'El Emplazado'
 

Alfonso XI 'El Noble' (1312-1350), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Alfonso XI
'El Noble'
 

Pedro I 'El Cruel' (1350-1369), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Pedro I
'El Cruel'
 

Enrique II 'El Bastardo' (1369-1379), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Enrique II
'El Bastardo'
 

Juan I de Trastámara (1379-1390), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Juan I
de Trastámara
 

Juan II de Trastámara (1406-1454), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Juan II
de Trastámara
 

Enrique IV 'El Impotente' (1454-1474), Libro de los Retratos de los Reyes. Portal Fuenterrebollo
Enrique IV
'El Impotente'
 

 

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Numismática, Portal Fuenterrebollo
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