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BALDOMERO ESPARTERO (1793-1879)) |
General y Político. Nació en Granátula (Ciudad Real), en 1793, y murió en 1879 en Logroño. De familia humilde. Ingreso en el seminario de los dominicos de Almagro, pero al estallar la guerra de la Independencia, huyó del convento y se alistó como voluntario en el ejército. En 1815, ya teniente, embarcó en la expedición del General Morillo para defender el dominio español en las colonias americanas. Se distinguió en los combates con los independentistas, por lo que ascendió sucesivamente hasta el grado de Brigadier. La estancia en tierras americanas le valdría posteriormente, a él y a los militares progresistas afines a su persona, la denominación de ayacuchos, aunque Espartero no participó directamente en la célebre acción militar que dio al traste con el dominio colonial español en 1824. |
De regreso en España, al estallar la primera guerra carlista, solicitó combatir a los rebeldes y se trasladó con su regimiento a Valencia. En enero de 1834 fue nombrado comandante general de Vizcaya, e inició una etapa de lucha ininterrumpida en el frente del norte, donde destacó por acciones militares afortunadas y su crueldad con el enemigo y con su propia tropa al aplicar castigos. En el verano de 1836, tras el motín de La Granja, dimitió el general Fernández de Córdoba de su cargo de jefe del Ejército del Norte, y Espartero fue nombrado para este cargo. Desde este puesto dirigió la decisiva batalla de Luchana, que obligó a los carlistas a levantar el sitio de Bilbao. Esta acción le valió el título de 'Conde de Luchana', al que uniría, antes de terminar la guerra, los títulos de 'Duque de la Victoria' y 'Duque de Morella'. En 1839, fruto de las negociaciones con los sectores carlistas, dirigidos por el general Maroto, logró suscribir con éste el Convenio de Vergara (31 de agosto de 1839), que supuso la pacificación del país, y el fin de las esperanzas del absolutismo. Colmado de honores y convertido en un ídolo nacional, dio paso a sus ambiciones políticas. Los sucesos revolucionarios iniciados en julio de 1840 en Barcelona, le llevaron, tras la renuncia de María Cristina, a la regencia del país. En su regencia fueron sucediéndose un cumulo de desaciertos, ganándose la oposición de los líderes parlamentarios del progresismo civil en el Congreso, y que, consecuentemente, precipitaron la caída del regente, que tuvo que refugiarse en Inglaterra hasta que Narváez le devolvió títulos, honores y le permitió regresar a España. Su retorno a la política española acaeció tras la 'Vicalvarada' y la revolución de julio de 1854, cuando Isabel II le confió la Presidencia del Consejo de Ministros, cargo que ocupó durante el llamado Bienio Progresista. Durante su gobierno se reunieron las Cortes Constituyentes de las que nació la 'Constitución Nonnata de 1856'. Tras la crisis de julio de 1856, Espartero dimitió en favor del ministro de Guerra, O'Donnell, que ocupó la Presidencia. Espartero abandonó el protagonismo político y se retiró a Logroño. Destronada Isabel II, por la revolución de septiembre de 1868, un sector de progresistas y el propio Prim le pidieron que aceptase la corona de España. Espartero la rehusó, alegando motivos de salud. Elegido Amadeo I de Saboya como Rey de España (6 de noviembre de 1870), le concedió el título de 'Príncipe de Vergara', con tratamiento de Alteza Real. |
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