Antoniniano 251 60 euros Gayo Mesio Quinto Trajano Decio, conocido como Trajano Decio, fue emperador romano 249-251, en el año 251 gobernó junto a su hijo Herenio Etrusco, hasta que los dos murieron en la batalla de Abrito (conocida como la batalla de Forum Terebroni, en la provincia romana de Mesia Inferior). En la batalla el Imperio Romano se enfrentó con una tribu escita acaudillada por el rey godo Cniva.
Decio fue un senador distinguido, cónsul en el 232, gobernador de la Hispania Tarraconense entre 235-238, prefecto urbano de Roma al principio del reinado del emperador Filipo el Árabe.
Hacia el 245 el emperador Filipo I le nombró comandante de las legiones en la zona del Danubio, entre 248-249 se le ordenó contener la revuelta del usurpador Pacatiano.
Sofocada la revuelta de Pacatiano, las legiones enajenadas por la paz firmada entre Filipo I y el Imperio Sasánida proclamaron emperador a Decio. Tras su proclamación, Decio se puso en marcha hacia Roma, enfrentándose con un ejército de Filipo I cerca de Verona, derrotando al ejército imperial.
El Senado Romano reconoció a Decio como emperador con el atributo de Traianus, en referencia al emperador Trajano.
Trajano Decio se centró en la restauración de la fuerza del Estado, bien combatiendo las amenazas externas, como restaurando antiguos valores e introduciendo viejos cultos, ordenando retomar las ofrendas ancestrales en todo el Imperio. Con la aprobación del Senado Romano recuperó el cargo de censor, instando al Senado a nombrar a su candidato Valeriano, el futuro emperador Valeriano rechazó el cargo. La reforma quedó anulada por la invasión de los godos y la muerte del emperador.
Durante su reinado se realizaron obras emblemáticas: En el 252 se terminaron las Termas Dacianas (baños de Decio) sobre el Monte Aventino y se reparó el Coliseum dañado por los rayos.
El intento de reforzar los cultos tradicionales le llevó al enfrentamiento con los cristianos, que eran obligados a realizar actos de culto de la religión civil romana, implicando la adoración de la figura del emperador.
En enero de 250, Trajano Decio emitió un Edicto para suprimir el cristianismo. Destacados miembros cristianos rechazaron hacer sacrificios y fueron asesinados, entre ellos, el obispo Fabián de Roma. La corriente anticristiana llevó a la persecución de fieles en Cartago y Alejandría. A mitad del reinado de Trajano Decio la persecución de los cristianos disminuyó.
Durante esta época hubo una segunda propagación de la peste antonina, conocida como la peste de Cipriano (obispo de Cartago), donde se desencadenó la persecución cristiana a la llegada de la peste, con la muerte de miembros del presbiterio y el Papa de Cartago (el obispo metropolitano Tascio Cecilio Cipriano) en el año 256.
El Edicto de Trajano Decio fue renovado por el emperador Valeriano en el 253 y derogado por su hijo, el emperador Galieno, entre 260-261.
Durante el gobierno de Trajano Decio las incursiones bárbaras eran más frecuentes, teniendo que realizar importantes enfrentamientos contra los godos que cruzaron el Danubio para saquear los territorios de Mesia y Tracia. Los godos del rey Cniva asediaron Nicópolis a orillas del Danubio, ante la llegada de las legiones romanas traspasaron las montañas balcánicas, para regresar y sorprender al ejército romano cerca de Beroë (Stara Zagora), terminando saqueando el campamento y reprimieron con crueldad Filipópolis (Plovdiv).
El gobernador de Tracia, Tito Julio Prisco (hermano del anterior emperador Filipo I), se enfrentó con éxito a los godos en la batalla de Filipópolis y fue proclamado Augusto. El desafío de Prisco resultó inoperante al ser asesinado poco después.
El enfrentamiento final con los godos tuvo lugar en junio de 251, en el terreno cenagoso búlgaro de la Ludogorie, cerca del pequeño asentamiento de Abrito. El ejército de Trajano Decio, empantanado en las ciénagas, fue aniquilado, mientras que el propio emperador y su hijo Herenio Etrusco fueron muertos en el campo de batalla. Les sucedió en la púrpura del trono Cayo Vibio Treboniano Galo.