Follis (Aquileia, 286-305) 400 eurosMarco Aurelio Valerio Maximiano Hercúleo, conocido como Maximiano, César del Imperio en 285-286 con Diocleciano, Augusto de Occidente entre 286-305 compartiendo el cargo con Diocleciano (Augusto de Oriente, creador de la Tetrarquía).
Siendo César (285-286) estableció su residencia en Tréveris, pasando bastante tiempo en campañas. En el 285 acabó con los rebeldes (bagaudas) de Galia. Entre 285-288 combatió a las tribus germanas a orillas del Rhin, empleando tácticas de tierra quemada, para evitar posibles invasiones del centro de Europa.
En el 286 aconteció el levantamiento de Carausio, comandante de la Classis Britannica (flota con base en el Canal de la Mancha), proclamándose emperador de Britania y norte de la Galia, manteniéndose en el poder hasta 293. El usurpador Carausio acuñó moneda propia, llegando su valor al nivel de la moneda romana, en las cecas de Londinium, Rotomagnus y en Colonia Claudia Victricensis, con la leyenda de emblemas Restitutor Britanniae (Restaurador de Britania) y Genius Britanniae (Espíritu de Britania).
La situación se prolongó has 293, cuando Constancio Cloro (César de Occidente) aisló a Carausio sitiando el Puerto de Bononia e invadió Batavia (en el delta del Rhin) asegurando la retaguardia contra los aliados francos del usurpador. El asalto a Britania no pudo realizarse porque se requería construir una flota para la ocasión.
Entre tanto, Alecto (tesorero de Carausio) asesinó al usurpador que le había puesto en el poder, haciéndose con el poder. El reinado de Alecto sólo duró tres años, terminando vencido y muerto por el prefecto del pretorio Asclepiodoto.
Tras la expulsión de Alecto en 296, Maximiano se trasladó al sur para combatir a los piratas moros de la Península Ibérica y detener las incursiones de los beréberes de Mauritania. Después de concluir la campaña del sur, retornó a Italia en 298, donde vivió hasta el 305. Por orden Diocleciano, el 1 de mayo de 305, los dos Augustos abdicaron simultáneamente en ceremonias separadas, Maximiano lo hacía en Milán y Diocleciano en Nicomedia. Entre el 305-306, el título de Augusto de Occidente (305-306) recaía en Constancio Cloro o Constancio I y el título de Augusto de Oriente en Cayo Galerio Valerio Maximiano. Los nuevos Césares serían Flavio Valerio Severo (Severo II) y Maximino Daya.
La sucesión en el poder del Imperio Romano contrarío a Maximiano Hercúleo, su heredero Majencio se quedaba sin nada. El Augusto de Oriente Cayo Galerio Valerio Maximiano asumió la posición principal que había ostentado Diocleciano. El nuevo César, Maximino Daya, hijo de la hermana de Galerio, recibía el mando sobre Egipto y Siria. Mientras que el César Severo II, compañero de armas de Galerio, era enviado a Milán para tomar posesión del gobierno de Italia y África.
El César de Occidente, Severo II, reconociendo la autoridad de su Augusto Constancio Cloro, era leal a Galerio. En definitiva, el Augusto Galerio se aseguraba el control de las tres cuartas partes del Imperio, al haberse reservado el control directo de la región entre Italia y Siria.
Diocleciano se retiró a su tierra natal, Maximiano lo hizo a las villas de Campania y Lucania. Al quedarse Majencio retirado del poder, las relaciones de Maximiano Hercúleo con Galerio no fueron buenas.
El Augusto de Occidente Constancio Cloro enfermó en Caledonia (actual Escocia) cuando se encontraba en una expedición contra la tribu de los pictos, muriendo el 25 de julio de 306. Las tropas leales proclamaron emperador a su hijo Constantino. El hecho molestó al Augusto de Oriente Galerio, proclamando Augusto al César Occidental Severo II.
Majencio en octubre de 306 convenció a su cohorte pretoriana para que le proclamasen emperador, enviando representantes para que reconocieran a su padre Maximiano Hercúleo como Augusto. El Augusto de Oriente Galerio no reconoció a Majencio y ordenó a Severo II marchar sobre Roma.
La expedición de Severo II terminó fracasando, muchos de los soldados habían servido con Maximiano Hercúleo y otros aceptaron sobornos. Severo II derrotado huyó a la ciudad fortificada de Rávena, siendo sitiada por las tropas de Majencio. Ante la imposibilidad de tomar la ciudad, Maximiano Hercúleo propuso un tratado que Severo II aceptó. Después de la capitulación, Severo II acabó como rehén al sur de Roma. En otoño de 307, el Augusto Galerio dirigió un ataque contra Roma, pero una derrota le obligó a retirarse al norte con sus tropas.
Tras la derrota de Galerio, Maximiano Hercúleo viajó a la Galia para negociar con Constantino el Grande. Llegaron a un pacto por el que Constantino el Grande casaría con Fausta (hija de Maximiano), sería aceptado como Augusto y apoyaría la causa de Majencio en Italia permaneciendo neutral en la contienda con Galerio.
Maximiano Hercúleo regresó a Roma a finales del 307. A principios del 308, con una relación tensa con su hijo Majencio, ante una asamblea de soldados cuestionó su derecho a ser Augusto, acusándole de debilitar al Imperio. Los soldados se pusieron al lado de Majencio y Maximiano tuvo que abandonar precipitadamente Italia.
Para tratar la inestabilidad política, el 11 de noviembre de 308, Diocleciano, Maximiano Hercúleo y Galerio se reunieron en ciudad militar de Carnutum. Se tomaron importantes decisiones: Maximiano Hercúleo tenía que renunciar a su título de Augusto, Constantino el Grande debía volver a ser César, mientras que Licinio (militar y amigo de Galerio) recibía el título de Augusto de Occidente, encargándole las provincias de Iliria, Tracia y Panonia.
En el 309 Maximiano Hercúleo regresó a la corte de Constantino el Grande en la Galia. Un año más tarde, aprovechando que Constantino se encontraba en campaña contra los francos, intentando tomar el poder difundió en Arles (ciudad en donde se encontraba para evitar incursiones de Majencio en el sur de la Galia) que Constantino el Grande había muerto. Los soldados se mantuvieron leales a Constantino y Maximiano tuvo que huir a Massilia (Marsella). Finalmente, las tropas de Constantino capturaron a Maximiano y, tras renunciar a sus títulos, acabó ahorcándose en el verano del 310.
Tras la muerte de Maximiano Hercúleo, su hijo Majencio, olvidando las pésimas relaciones con su padre, acuñó monedas con la imagen deificada de Maximiano y anunció el deseo de vengar su muerte.
Constantino se adelantó, en la primavera del 312 cruzó los Alpes, derrotando al ejército de Majencio en varias batallas. El 28 de octubre de 312, Constantino derrotaba a Majencio cerca del Puente Milvio. El cadáver de Majencio fue hallado al día siguiente en el río Tíber, parece que se ahogó al retirarse con su ejército.