Medallón VIII Áureos, 308 1.200.000 eurosMarco Aurelio Valerio Majencio, emperador romano de Occidente (306-312), hijo de Maximiano Hércules, casó con Valeria Maximila (hija de Galerio), tomó el título de Augusto a la muerte de Constancio Cloro, haciendo que su padre Maximiano volviera a ser emperador. El Imperio Romano tenía entonces seis emperadores: Constantino I, Galerio, Severo II, Maximino Daya, Maximiano y Majencio.
En el 305, Diocleciano y Maximiano renunciaron al trono imperial por la edad, convirtiéndose los césares Constancio I y Galerio en augustos. Se designó como césares a Severo II y Maximino Daya, quedando fuera dos hijos de emperadores, Constantino I y Majencio.
En el 306, con la muerte del emperador Constancio I, su hijo Constantino I fue designado césar; ese mismo año, Majencio fue proclamado emperador, siendo reconocido en Italia central, las provincias africanas y las islas de Córcega, Cerdeña y Sicilia. En un principio, Majencio no utilizó el título de augusto, llamándose 'princeps invictus', esperando ser reconocido por su suegro el emperador Galerio. El césar Constantino I se proclamó emperador, controló firmemente el ejército y territorios de su padre Constancio I. El emperador Galerio proclamó augusto a Flavio Valerio Severo 'Severo II'.
A principios del 307, Severo II marchó hacia Roma contra Majencio. Cuando llegó a Roma, la mayoría de su ejército (que había sido dirigido por Maximiano) se unió a Majencio por considerarle el heredero legitimo de su antiguo comandante. Finalmente, Maximiano regreso de su retiro a Roma por asumir el cargo imperial y apoyar a su hijo Majencio, Severo II huyó a Rávena, donde Maximiano le convenció a abdicar a cambio de su vida. Cuando en el 307, Galerio invadió Italia para terminar con los emperadores Majencio y su padre Maximiano, traicionando el acuerdo, Majencio hizo dar muerte a Severo II en Tres Tabernas.
Majencio se apoderó del norte de Italia y asumió el título de augusto. En el verano del 307, tras el fallido intento del emperador Galerio de tomar Roma, se consolidó en Italia y África. Por otro lado, en el verano del 307, Majencio intentó establecer contactos amistosos con Constantino I.
Con el objetivo de controlar la tetrarquía, el emperador Maximiano (padre de Majencio) viajó a Galia, casando a su hija Flavia Máxima Fausta con Constantino I. Sin embargo, Constantino I no rompió con Galerio, condenando abiertamente a Majencio por la invasión del norte de Italia.
En el 308, el emperador Maximiano intentó deponer a su hijo Majencio en una asamblea de soldados en Roma, el ejército se mantuvo fiel al emperador Majencio y tuvo que huir con Constantino I. En el otoño de 308, se reúnen Diocleciano, Maximiano y Galerio en la Conferencia de Carnuntum para establecer orden en un Imperio Romano envuelto en un caos político con cuatro augustos (los usurpadores Constantino I, Maximiano y Majencio; el legítimo Galerio) y un solo césar, Maximino Daya.
En la Conferencia de Carnuntum se desposeyó del título de augusto a Constantino I, no se reconoció como a Majencio como emperador legítimo, y se designó a Licinio como augusto (sin haber alcanzado el rango de césar) para recuperar el dominio de los usurpadores. A finales del 308, en Cartago el ejército proclamó emperador a Domicio Alejandro, con la consecuente pérdida de las provincias africanas del dominio de Majencio. Las provincias de África eran esenciales para el suministro de alimentos de Roma. Majencio envió un pequeño ejército a África, bajo el mando del prefecto pretoriano Rufio Volusiano, que derrotó y ejecutó a Domicio Alejandro en el 311.
Por su parte, Constantino I se negó a aceptar la degradación de la Conferencia de Carnunto, reforzó su poder en Galia, Britania e Hispania. Después de contener una invasión de los francos, derrotó a Maximiano en la Galia.
En el 310, la región de Istria (Croacia-Eslovenia-Italia) fue recuperada por Licinio, aunque no pudo continuar con la campaña por la muerte de Galerio en 311. En el 310, Maximino Daya se autoproclamó emperador durante una campaña contra los sasánidas.
Tras la muerte de Maximiano, Majencio se alió con Maximino Daya para contrarrestar la alianza entre Constantino I y Licinio. En el 312, el ejército de Constantino I invadió Italia para hacerse con el control del Occidente del Imperio Romano, después de tomar Turín y Verona, avanzó hasta las proximidades de Roma, donde venció a las tropas de Majencio en la batalla del puente Milvio. El emperador Majencio encontró la muerte al ahogarse en el Tíber en su huida.
La victoria determinó que Constantino quedase como único emperador de Occidente, ratificándolo el Senado como emperador de mayor rango.
La situación quedó normalizada en Oriente, donde Licinio en alianza con Constantino I, en la que habían pactado repartirse el Imperio, consiguió derrotar a Maximino Daya. Las relaciones entre ambos augustos quedaron reforzadas con el matrimonio de Licinio y Constancia, hermana de Constantino I.