Sólido (610-641) (300 euros) Flavio Heraclio Augusto, emperador bizantino (610-641), hijo del Exarca de África Heraclio 'El Viejo', llegó al poder cuando su padre lideró una revuelta contra el emperador Focas. Su mandato estuvo inmerso en diversas campañas militares. Introdujo el griego como lengua oficial del Imperio Romano de Oriente, abandonando definitivamente el latín.
En el 610 hizo frente a los sasánidas, que amenazaban las fronteras del Imperio desde el 602. Los primeros enfrentamientos con los persas supusieron derrotas para el ejército bizantino, los sasánidas lograron penetrar hasta el Bósforo, aunque los bizantinos consiguieron evitar su entrada en Constantinopla protegida por sus grandes murallas.
Posteriormente, emprendió una serie de reformas militares para reconstruir y fortalecer el ejército bizantino, logrando expulsar a los persas de Asia Menor y entrar en su territorio. En el 627 obtiene la derrota definitiva de los persas en la batalla de Nínive. El rey persa Cosroes II terminó asesinado y se restauró la paz entre los dos imperios.
Al poco tiempo sobrevino la expansión musulmana, que conquistó rápidamente al debilitado imperio persa. En el 634 invadieron la provincia de Siria, derrotando al general Teodoro, después conquistaron Mesopotamia, Armenia y Egipto.
Heraclio se preocupó de la conversión de los pueblos que emigraban a la Península Balcánica, el Papa Juan IV envió misioneros y profesores cristianos a Dalmacia (nueva provincia croata que profesaba el paganismo eslavo). Involucrando a la Iglesia de Oriente, intentó reparar el Cisma en la Iglesia, con una doctrina conocida como monotelismo (admitía en Jesucristo dos naturalezas, la humana y la divina, y una única voluntad), proceso que fue rechazado por todas las partes de la disputa.
Le sucedieron su hijo primogénito Constantino III Heraclio, tenido con su primera esposa Eudocia, y Heracleonas o Heraclio II, habido con su segunda esposa y sobrina Martina, gobernando conjuntamente con su madre la emperatriz Martina.