 Áureo, Roma 77-78 5.000 eurosTito Flavio Vespasiano, emperador romano (69-79), en latín IMPERATOR·VESPASIANVS·CAESAR·AVGVSTVS, fundador de la dinastía Flavia, le sucedieron sus hijos Tito (79-81) y Domiciano (81-96). Fue tribuno militar en Tracia, cuestor en Creta y Cirenaica, pretor en el mandato de Calígula. Entre el (43-44) estuvo al mando de una legión en Germania y después en Bretaña, donde se apoderó de la isla de Wight. En el 51 fue cónsul sufecto, y entre (62-65) fue nombrado procónsul de África. Acompañó a Nerón a Grecia. En el 66, como procónsul, reprimió la revuelta de Judea que había expulsado a la guarnición romana, entre (66-68) sitió a Jerusalén. Antes del sitio, el emperador Nerón se suicidó, el Imperio Romano quedó sumido en un año de guerras civiles, denominado el Año de los Cuatro Emperadores. Mientras Vespasiano se encontraba sitiando Jerusalén, murió el emperador Galba, comenzando la lucha entre los emperadores Otón y Vitelio. Vespasino, dejando que su hijo Tito prosiguiera con el sitio a Jerusalén, con el apoyo del prefecto de Egipto, Tiberio Julio Alejandro, y el gobernador de Siria, Cayo Licinio Murciano, dirigió el pronunciamiento del ejército de Egipto y de Siria, proclamándole emperador las tropas. Cortó el suministro de trigo a Roma, mientras que Licinio Murciano emprendía camino a Italia. El ejército de Marco Antonio Primo, al mando de VII Legión Gemina, estacionada en Panonia y Mesia, se unió a la causa de Vespasiano, ocupó Aquileya y el Valle del Po, estableciendo el cuartel general en Verona. En octubre del 69, obtenía una victoria decisiva contra Vitelio en la batalla de Bedriacum (cerca de Cremona), llegando hasta Narni. En diciembre del 69, Domiciano (hijo de Vespasiano) y Flavio (hermano de Vespasiano, prefecto de Roma) intentaron llegar a un acuerdo con Vitelio para conseguir que abdicase y terminara la guerra civil. Entre los días 18-19 de diciembre, un motín en Roma terminó con la vida de Flavio y muchos seguidores de Vespasiano. Finalmente, el 20 de diciembre del 69, Marco Antonio Primo ocupaba Roma, tras vencer la resistencia pretoriana. Vitelio fue asesinado por el pueblo, mientras que Vespasiano fue proclamado emperador por el Senado. Desde el principio asoció al poder, como césares, a sus hijos Tito y Domiciano. En sus diez años de gobierno mantuvo una legislación moralizante, con una política económica honrada, protegió los cultos egipcios y fue tolerante con el cristianismo. En el 73, Hispania recibió el Ius Latii (Derecho Latino) y redujo los efectivos militares. Modificó el estatuto de algunas provincias, devolviéndolas al Senado o colocándolas bajo la administración imperial. En Judea mantuvo en el poder a Julio Agripa II. Se preocupó de reparar las obras públicas en Roma, donde perduraban los destrozos del incendio de Nerón, construyó el templo del Capitolio e inició el gran Anfiteatro Flavio (Coliseo), y protegió las letras. Como medidas impopulares, suprimió los donativos extraordinarios de los soldados sin aumentar sus pagas, recuperó terrenos públicos e introdujo los impuestos que Galba había abolido.
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