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Moneda Romana |
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BATALLA DE ELVIÑA |
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El Reino Unido mantenía un conflicto bélico con Francia desde 1793, prolongándose hasta 1815. En el largo periodo se originan subsidios y tratados para desmantelar el control que Napoleón ejercía sobre Europa. Entre (1793-1816) Gran Bretaña proporciona ayuda financiera a un amplio número de países, ducados y ciudades. En el período de la Primera Coalición (1793-1796) recibieron ayuda financiera diversos estados alemanes, Austria, Prusia y Cerdeña. En la Segunda Coalición (1797-1800) recibieron ayuda Portugal y Rusia. La Tercera Coalición (hasta 1807) supuso la entrada como beneficiarios de Sicilia y Suecia. La ayuda financiera británica no fue la misma para los aliados. En 1793 el primer ministro Pitt el Joven estaba en contra de financiar a los aliados, los gastos de la guerra originaba un déficit presupuestario que obligaba a gravar los impuestos a los británicos. En 1796 se tuvo que grabar la posesión de caballos y varios productos (entre otros, tabaco, té, bebidas alcohólicas y azúcar). En 1805 el primer ministro tuvo que acceder a un programa de nuevas ayudas económicas a todos sus aliados, durante el último año de la guerra la financiación exterior ascendía a diez millones de libras esterlinas. |
COOPERACIÓN DEL REINO UNIDO EN LAS GUERRAS NAPOLEÓNICAS |
Los intereses británicos para iniciar una campaña de cooperación en España y Portugal en 1808 son consecuencia de los Tratados de Tilsit. |
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El ejército del zar Alejandro I, animado por Napoleón, el 21 de febrero de 1808 invadía Finlandia (provincia de Suecia en aquella época) y dejaba parte de sus tropas en Dinamarca, a la que se unió la expedición española del teniente general Pedro Caro y Sureda 'Marqués de La Romana' (enviada en 1807 por Manuel de Godoy) como ayuda a Napoleón para proteger las costas danesas de los desembarcos británicos. Dinamarca declaró la guerra al Reino Unido el 29 de febrero de 1808. A pesar de las escasas posibilidades militares de Suecia, era un aliado importante de Gran Bretaña como fuente de materias primas para la construcción de barcos y navíos. El ejército británico no disponía de suficientes tropas para ayudar a sus aliados, y de otra parte necesitaba mantener lazos comerciales con Suecia, frente a esta situación el Gabinete del Primer Ministro Lord Portland aconsejo que buscasen la paz con Francia, aunque el precio fuera declarar la guerra al Reino Unido. El rey sueco Gustavo IV estaba predispuesto para la resistencia, la rendición de Suecia suponía la derrota con Rusia después de más de un siglo de disputas por el mar Báltico, además de la ruina económica. |
La decisión sueca causó un gran problema al Reino Unido, para defender su credibilidad diplomática tenía que apoyarles. De otra parte, en 1807 se había formado una gran operación militar en Dinamarca no hacer lo mismo con Suecia un año más tarde supondría acusaciones de parcialidad. En contra de la voluntad del Primer Ministro Lord Portland, del Secretario de Estado para Asuntos Exteriores, George Canning y del Secretario para la Guerra y Colonias, Lord Castlereagh, se acordó el envió de una flota y un ejército al mar Báltico. La situación se complica porque el embajador británico en Estocolmo, William Thornton, deja la impresión al monarca sueco Gustavo IV que el ejército expedicionario estaría a sus órdenes, cuando las órdenes recibidas es que no aceptasen al mundo sueco y que no deberían arriesgarse en maniobras que pusieran en peligro una retirada por mar. |
SIR JOHN MOORE |
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El oficial elegido para mandar la expedición fue Sir John Moore, con una hoja de servicios distinguida que abarcaba las Antillas, Córcega, Holanda, Egipto y Sicilia, con un historial conflictivo por soberbia y subordinación, sospechoso en el Gabinete de Lord Portland. John Moore ingreso en el ejército en 1776 como alférez en la 51st de infantería con base en Menorca. Participó en acción por primera vez en 1778 en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos como teniente en la 82 bajo las órdenes de Duque de Hamilton. En 1783 regreso a Gran Bretaña, obteniendo un año después un escaño en el Parlamento, escaño que mantuvo hasta 1790. En 1787 ingreso como comandante en la la 60th antes de volver a la 51st. En 1791 su unidad participó en la campaña de Córcega, siendo herido en Calvi. Nombrado coronel, fue ayudante del general Sir Charles Stuart. En Córcega presentó actos de insubordinación con el vicegobernador británico, terminando en las Indias Occidentales bajo el mando de Sir Ralph Abercromby. En 1798 era Comandante-General y participó en la represión de la rebelión republicana de Irlanda. El 20 de junio de 1798 intervino en la batalla de Foulksmills, consiguiendo el control de la ciudad de Wexford. En 1803 cuando era evidente que Napoleón planeaba la invasión de Inglaterra se encargó de la defensa de la costa desde Dover a Dungeness, son su iniciativa se construyeron las Torres Martello (siguiendo un patrón que había visto en Córcega). En 1804 fue nombrado caballero y promocionado a teniente general. Sir John Moore en 1808 no tenía categoría suficiente para mandar un cuerpo expedicionario, ocupaba el puesto 88 de una lista de 130 tenientes generales, si bien contaba con la estima del Secretario para la Guerra y Colonias, Lord Castlereagh, y muy buenas relaciones con el Comandante en Jefe, el Duque de York, que llevaba la organización interna del ejército. |
Cuando Sir John Moore llegó a Suecia se encontró que la importante fortaleza de Suomenlinna (Sveaborg) se encontraba tomada por el ejército ruso y la convicción de que el rey sueco Gustavo IV contaba que el cuerpo expedicionario británico se ponía bajo su mando. Mientras tanto, el general británico se inclinaba por desembarcar en Goteborg para liberar la guarnición y aprovecharla como base de operaciones, el rey sueco insistía en operaciones absurdas sin posibilidad de éxito. Después de iniciar conversaciones con Gustavo IV en Estocolmo, el teniente general Moore llegó a la conclusión de que no se podía llegar a ningún acuerdo. Por su parte, el rey sueco pensando que el general británico establecía una excusa para abandonar su país, tomó la decisión de ponerle en arresto domiciliario y comunicar a Londres su conducta. Tras unos días conflictivos, Moore logró escapar de Estocolmo en una diligencia hasta Goteborg, donde se encontraban confinados sus barcos, partiendo con todo su ejército para Inglaterra. Sir John Moore enojado porque su permanencia en Suecia había supuesto perder el mando de la expedición enviada a España y Portugal, incriminó al Secretario de Estado para la Guerra y Colonias, Lord Castlereagh, de todas sus desventuras en Suecia. Finalmente, con la ayuda del Duque de York y de los Horse Guards, su división fue enviada a Portugal bajo el mando de Sir Hew Dalrymple (antiguo Gobernador de Gibraltar y con muchos contactos entre los insurgentes españoles). El 31 de julio de 1808 salía para Portugal con su división, donde el mando del ejército se encontraba en manos de Wellesley, que cuando llegase a España tenía que ceder el cargo a Sir Hew Dalrymple y a su segundo, Sir Harry Burrard. |
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El 21 de agosto de 1808, Arthur Wellesley (futuro Duque de Wellington) obtenía la victoria de Vimeiro, Porto Novo, contra un ejército mucho mayor del general francés Jean Andoche Junot 'Duque de Abrantes', Gobernador de Portugal. El éxito británico se vio alterado por el relevo de Wellesley del mando en favor de Sir Harry Burrard, que al día siguiente fue a su vez reemplazado por Sir Hew Dalrymple. Ambos generales, de carácter prudente y con poca experiencia en la batalla, entablaron conversaciones con los franceses para su evacuación. El 31 de agosto de 1808 se firma la Convenio de Sintra, permitiendo que la retirada francesa fuera de acuerdo a las costumbres de la época, se permitió la evacuación de casi 21.000 soldados que fueron embarcados por la flota británica son su equipamiento y bienes (gran parte procedentes del pillaje al que sometieron a la población portuguesa) hasta el puerto de Rochefort. Surgió una protesta generalizada en el Reino Unido por los acuerdos llevados en Sintra, los generales implicados, Dalrymple, Burrard y Wellesley, fueron llamados para que justificasen su conducta ante un tribunal militar. Sir John Moore finalmente se encontraba al mando del poderoso ejército británico, con 36 batallones de infantería, 13 regimientos de caballería y 13 baterías de artillería, equipamiento al que habría que añadir 13 batallones de infantería, 3 regimientos de caballería y 3 baterías de artillería que estaban a punto de partir desde el puerto de Falmouth (en la costa sur de Cornwall de Inglaterra) bajo el mando del general británico Sir David Baird. |
El 26 de septiembre de 1804, el Secretario de Estado para la Guerra y Colonias, Lord Castlereagh, ordena al teniente general John Moore que concentrase sus fuerzas en España para apoyar la resistencia de las Juntas de Galicia y Asturias. Después de dotar a la guarnición de Lisboa de once batallones de infantería, un regimiento de caballería y seis baterías de artillería, y dejar muchos enfermos en los hospitales, quedaban disponibles unos 38.000 soldados con oficiales y jefes. El plan original de actuación de Lord Castlereagh se alteró. El comunicado al general Dalrymple en un oficio el 20 de agosto y posteriormente en carta de 2 de septiembre de 1808, de trasladar las fuerzas británicas destinadas en Portugal a la costa norte de España, desde donde actuarían al abrigo de la cordillera cantábrica contra el flanco derecho del ejército francés aposentado en la rivera del Ebro después del desastre de la batalla de Bailén, quedó transformado con las nuevas órdenes del 26 de septiembre que recibía John Moore, ordenando que trasladase sus fuerzas por mar y tierra a Galicia, defendiendo las fronteras con la ayuda del general Sir David Baird. En las nuevas ordenes no se reflejaban operaciones en el flanco y retaguardia de los franceses. Los puntos estratégicos de Gijón y Santander se descartaban en favor de la Coruña, que tenía mejor puerto y se prestaba mejor para el abastecimiento y el transporte. Lo cierto es que los generales británicos en Portugal no respetaron el plan del Gobierno. Cuando Moore asumió el cargo de general en jefe, gran parte del ejército británico se encontraba dispersado por el sur del río Tajo debido a la actuación de su antecesor en el cargo.
El general Sir Hew Dalrymple, como gobernador de Gibraltar, había mantenido contactos con el general Castaños en las primeras semanas del levantamiento. Después de la victoria de la Batalla de Bailén (19 de julio de 1808) quiso cooperar con el general Castaños enviando a uno de sus oficiales para tratar la marcha del ejército británico hacía el Ebro. Mientras esperaba noticias surgieron nuevos problemas, una fuerza importante de tropas españolas había cruzado desde Badajoz, bloqueando la fortaleza portuguesa de Elvas. El general Dalrymple respetando el Convenio de Sintra (se rendía la guarnición francesa de Lisboa, así como las fortalezas de Almeida y Elvas) tuvo que enviar tres brigadas de infantería y dos regimientos de caballería para proteger la seguridad de los franceses. El general Moore optó por concentrar al ejército británico en la ciudad de Salamanca, un destino aceptable para las tropas que venían de Portugal, aunque se encontraba a una enorme distancia de la Coruña. La infantería y caballería del general Baird llegaron a la Coruña el 13 de octubre de 1808, encontrando muchas dificultades en la Junta de Galicia para el desembarco y la marcha de las tropas. El 23 de noviembre se encontraba en Astorga sin tener concentradas todas sus fuerzas. De otra parte, los franceses iniciaron una gran contraofensiva, obtuvieron victorias en la Batalla de Burgos (batalla de Gamonal, 10 de noviembre de 1808) derrotando a las tropas españolas del Conde de Belveder y en la Batalla de Espinosa de los Monteros (10 y 11 de noviembre de 1808) donde el general francés Víctor derrotó al teniente general Joaquín Blake, jefe del ejército de Galicia. El ejército francés había despejado el camino hacia Salamanca, sitiando al general John Moore que disponía de unos 15.000 hombres de infantería y seis cañones. Por un golpe de fortuna, las tropas francesas no avanzaron hacia Salamanca con lo que el general Moore pudo concentrar sus tropas a primeros de diciembre y lanzar su famosa ofensiva en Castilla y León, la famosa ofensiva de León en diciembre de 1808 que desbarató la reconquista francesa de España. |
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BATALLA DE ELVIÑA |
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La Batalla de Elviña, librada en las afueras de A Coruña, fue una de las más importantes de Galicia durante la Guerra de la Independencia. El 3 de enero de 1809 el ejército británico a las órdenes del teniente general Sir John Moore se retiraba cruzando toda Galicia para conseguir embarcar en A Coruña ante el avance de las tropas napoleónicas de los mariscales Ney y Soult. El 11 de enero de 1809 los británicos procedentes de Betanzos entraron en A Coruña por el puente de O Burgo, volando este a su paso sobre la ría para contener el avance francés. El 15 de enero de 1809 sonaron los primeros tambores de la Batalla de la Coruña, con el ejército británico recuperado de la dura persecución y el contingente francés del mariscal Soult en las alturas de Palavea y Peñasquedo dominando las posiciones enemigas situadas en Elviña. Ante la inacción del ejército francés, Sir John Moore ordenó la retirada, lo que precipitó la ofensiva el 16 de enero, el ejército francés asaltó la aldea de Elviña. Los batallones de Moore defendieron la posición sometiendo a fuego las líneas francesas, que poco a poco tuvieron que retroceder. En medio de la intensa lucha, una bala de cañón alcanzó al general Moore que fallecía horas después en su casa de los Cantones. |
Entre las noches del 17 y 18 de enero de 1809 el ejército británico consiguió embarcar rumbo a su país ayudados por los coruñeses. La última división británica de William Carr Beresford 'Marqués de Campo Mayor' impidió que los franceses cañonearan los barcos. El general Alcedo quedó al mando de la ciudad defendiéndola hasta que la flota salió de la bahía, rindiéndose después a los franceses el 19 de enero de 1809 sin presentar batalla. |
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Lady Hester Stanhope (1776-1839), sobrina del primer ministro William Pitt (el Joven), mantuvo una relación sentimental con el teniente general Sir Johen Moore, fallecido en la Batalla de la Coruña el 16 de enero de 1809. Desde entonces, todos los años, ese mismo día viajaba a Coruña para saludar al amor de su vida. Cuentan que su silueta se pasea por el Jardín de San Carlos, donde yace Moore. De la nada de repente surge la misteriosa silueta de una mujer elegante, vestida de blanco, con el rostro cubierto por el ala de un gran sombrero. Su sombra camina lenta hasta la tumba de su amado donde se para y desaparece. Lady Hester Stanhope fue una gran viajera georgiana en una época en la que a las mujeres no se permitía ninguna excentricidad. Tras la muerte de Sir John Moore recorrió Oriente donde pasó los últimos treinta años de su vida, de ahí su apodo La reina del desierto. Ha pasado a la historia por ser la primera mujer europea que pisó Damasco, ser la primera mujer blanca que entró en la ciudad prohibida de Palmira (Siria) y ser la primera viajera que convivió con los beduinos. |
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El general Sir Jhon Moore mirando a su monumento funerario en el Jardín de San Carlos de A Coruña. |
El teniente general Sir John Moore pierde la vida en la Batalla de Elviña frente al ejército del mariscal francés Soult. Por orden del mariscal se construye el monumento funerario de Moore en el actual Jardín de San Carlos. El Jardín de San Carlos fue construido como castillo defensivo fuera de las murallas en el siglo XIV, quedando unido a la ciudad en el siglo XVI. |
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COOPERACIÓN DEL REINO UNIDO EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA |
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Los levantamientos en la Península Ibérica en 1808 contra las tropas napoleónicas produjeron grandes expectativas entre el pueblo británico, iniciándose la ayuda a España y Portugal. El programa de cooperación británico no sólo fue financiero, sino también de armamento y suministros bélicos. Entre (1808-1815) la ayuda económica del material enviado a España sobrepasaba los nueve millones de libras esterlinas. La gran cantidad de ayudas iniciadas a España en 1808 sufre una gran caída en enero de 1809 a raíz del fracaso de Sir John Moore en la Coruña. El secretario del Foreign Office, George Canning, achacó a los españoles el haber abandonado a Moore en su repliegue, interrumpiendo los subsidios a España. Gran Bretaña continuó subvencionando a la resistencia española, aunque de forma espontánea e improvisada, según aparecían acontecimientos. La victoria en la batalla de Talavera (28 de julio de 1809), en las inmediaciones de Talavera de la Reina (Toledo), de los ejércitos aliados de Reino Unido y España contra los ejércitos napoleónicos, tuvo una repercusión psicológica importante en Gran Bretaña, aunque no se hicieron notar especialmente los subsidios que recibía España. En 1810 se inicia una recuperación que culminaría con la aportación británica en 1814 cercana a los dos millones de libras esterlinas. |
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Habiendo sido expulsado el ejército francés de Nicolás Jean de Dieu Soult de Portugal, a petición de la Junta de Defensa española, el general británico Arthur Wellesley (futuro Duque de Wellington) acudió en ayuda para derrotar al ejército del mariscal Claude Víctor Perrin concentrado en Mérida. La entrevista del general Wellesley con el general español Gregorio García de la Cuesta para establecer un plan de acción en común plasmó numerosas diferencias en la forma de llevar a cabo los movimientos. Finalmente alcanzaron un mínimo acuerdo y el 20 de julio de 1809 reunieron sus ejércitos en Oropesa. De otra parte, el mariscal francés Víctor trasladó su ejército hacia Talavera, donde el rey José Bonaparte al mando de una gran parte del ejército de Madrid se dirigía en su auxilio, y a quienes se unió el general Horace Sebastiani de la Porta. Las tropas de la coalición británica-española obtuvieron la victoria, mientras que el ejército francés se replegaba en Cazalegas (próximo a Talavera de la Reina, sobre el valle del río Alberche). El general Wellesley, desoyendo la petición del general Cuesta, en vista de la inminente llegada del general francés Soult con un numeroso ejército, con el objetivo de defender su base de operaciones en Portugal, decidió una rápida retirada por Extremadura, dejando la ciudad de Talavera de la Reina el 4 de agosto de 1809. |
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A CORUÑA |
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